Ese dia el sol parecia una bola roja llenando la atmostfera con un tono lugubre que no tranquilizaba el corazon del joven japones, la tarde caia haciendo un perfecto cuadro que podria haber salido de la mente del mejor artista en una noche de desvelo. El viento soplaba particularmente fuerte haciendo que a veces su escoba se tambaleara algo inestable en su vuelo, cada tanto observaba a Shigeo que iba a su lado, en su cara se veia la intensa preocupacion que él mismo habia instalado en la ya emotiva personalidad del rubio.