Un actor difícil de seguir
Alan Rickman: Villano - El show-stopping canalla de ''Robin Hood'' y ''Die Hard'' es el “chico malo” que el público ama
''Los Ángeles no es una ciudad llena de Airheads'', insiste Alan Rickman, cuyo tono de voz implica que esta podría ser una opinión polémica. ''Hay una gran cantidad de energía maravillosa. Ellos dicen «sí» a las cosas, no como los interminables 'nos' y 'hrrumphs' que obtienes en Inglaterra!''Su rostro se retuerce en una mueca caricaturesca, para ilustrar un hrrumph. ''Cuando me bajo del avión en Inglaterra siempre me siento cerca de dos pulgadas más bajo.''
Extendido en una silla de un estudio de Londres, el leonino actor ciertamente no parece más bajo. Y en su espontánea defensa de Los Ángeles, no obstante, no parece disgustado de quedarse estancado en su ciudad natal por un tiempo. Tampoco debe. Este es el día del estreno británico de Robin Hood, el Príncipe de los Ladrones en Nottingham, con fuegos artificiales en el castillo de Nottingham después. Los periódicos matutinos abundan en historias alegres referidas a los fuegos artificiales fuera de la pantalla debidos a la interpretación “roba-escenas” de Alan Rickman, como el cobarde Sheriff de Nottingham. Mientras la bastante rígida actuación de Kevin Costner como el virtuoso Robin Hood dejó críticas y muchos aficionados al cine un poco decepcionados, el alegre malvado villano de Rickman se convirtió en la interpretación más comentada del verano – y eso fue después de que los productores de la película recortaran algunas de las mejores escenas de Rickman.
Pero Rickman, que está en sus 40 años, no ha vuelto a casa a revolcarse en su momento como la conquista de la estrella de cine: Él está aquí para ensayar una obra, la primera desde su interpretación del archi-seductor Valmont en “Las amistades peligrosas ", que lo lanzó a la fama y a ofertas de cine hace cuatro años. Rickman interpretará un papel de liderazgo en el “Tango at the End of the Winter” de Kunio Shimizu, dirigida por el director de teatro más importantes de Japón, Yukio Ninagawa. La producción hará su debut en el Festival de Edimburgo, Escocia, este mes y posteriormente se transferirá al West End de Londres.
La decisión de Rickman de abandonar Holliwood por el escenario, ahora que su carrera cinematográfica se está disparando, ha dejado a sus amigos americanos desconcertados. “Volver a hacer una obra en un festival escocés debe de parecer muy mala idea” admite con su sonoro tono barítono. “Incluso yo pensé que estaba loco. Durante mucho tiempo odié el teatro” continúa “Piensas, tengo que subir al monte Everest, otra vez, esta noche. Oh, el teatro es un lugar espeluznante para estar” Pero Rickman nunca dudó realmente en su decisión “Simplemente había una voz interior en mí diciendo: ´ Es el momento de ir a escena ´ Hay determinados músculos que se vuelven fofos si no los usas”
El nuevo lugar de entrenamiento de Rickman es un enorme estudio de cine producido para el elaborado escenario de la obra, una recreación del esqueleto de una sala de cine. “Tango” tiene lugar en un antiguo cine, donde un actor – Rickman -- vuelve a explorar su pasado y su psique, tras haber perdido el valor de salir a escena “ Esa es la contundente ironía” dice Rickman, con placer masoquista.
En los ensayos, los actores parecen haber tomado ejemplo de la indumentaria del director japonés, que va vestido completamente de negro. Ninagawa no habla Inglés, por lo que un intérprete es su sombra. Vestido con vaqueros negros y una camiseta debajo de una amplia chaqueta gris, Rickman se encuentra en la parte posterior del escenario, con la cabeza en las manos, cuando la escena comienza. Entonces, para un tango seductor, toma la mano de la coestrella Beatie Edney, y el hombre que era tan cómicamente desagradable en Robin Hood exuda una sensualidad felina. Los bailes de pareja, las piernas, los brazos y cuerpos que se mueven al unísono de ballet. Como Rickman tira de Edney hacia él, ella se enreda alrededor de su cuerpo. Es un momento de erotismo palpable.
El ensayo continúa con paradas y arranques, hasta que, en la escena final, los jóvenes actores aparecen en cada esquina, saludando y vitoreando - una conmoción con la que el director pretende simbolizar el espíritu de la juventud. Aunque Rickman venera al director -''trabajar con Ninagawa es una oportunidad única en la vida''- manifiesta. Está preocupado. Levanta la mano. “Sólo una pregunta” dice. ''¿Se supone que nos parecemos a esos jóvenes?''
A través del intérprete, el director responde afirmativamente. ''Es que en Inglaterra, tenemos estas cosas llamadas hooligans ..,'' dice Rickman, y el reparto y el equipo se parten de la risa. ''Y creo que eso es un poco lo que estoy viendo.''
El fenómeno de los aficionados al fútbol borrachos se traduce al japonés con dificultad, ya que tal comportamiento es casi inimaginable en ese país - y Ninagawa reflexiona sobre ella. ''No, no son hooligans''- responde. Rickman sonríe con su media sonrisa burlona - uno siente que todavía tiene sus dudas - y la reincorporación al trabajo.
Rickman no es siempre tan reservado, tiene una reputación de sostener ferozmente opiniones sobre sus papeles. El director Howard Davies recuerda''los momentos cuando Alan y yo queríamos estrangularnos el uno al otro durante los ensayos de Les Liaisons. Él es un perfeccionista, puede ser doloroso. Hubo momentos en que no creía que el carácter de Alan sobreviviría a su disección quirúrgica''.''Es como la dirección de un director'', dice Anthony Minghella, director y guionista de la película actual Truly, Madly, Deeply, protagonizada por Rickman como un muerto violoncelista que regresa estilo “Ghost”a rondar su amor. ''Él se mantiene alerta, y tú tienes que aprender a no verte amenazado por eso. Está muy preocupado por la apariencia - lo que lleva puesto.''
Por su parte, como el elocuente Hans Gruber en Die Hard (1988), Rickman's notions about how the character should look wound up shaping the direction of the smash movie. ''Cuando conocí a Bruce Willis, pensé que sería interesante que esos personajes pudieran tener un respeto mutuo, incluso haciéndose reír el uno al otro en algún momento. En lugar de parecer un terrorista con camiseta y una cazadora, ¿por qué no ponerse un traje? Eso nos hizo opuestos. Como idea tuvo repercusiones: Se hizo posible que los caracteres (el de Willis y el mío) se conocieran, y yo podía pretender ser uno de mis propios rehenes.''Como el sheriff de Nottingham, Rickman se viste de negro, una vez más su propia idea. ''Fue una caricatura en colores primarios'' dice. ''Yo no quería que la película desapareciera entre todos esos asuntos históricos. Pensé en Ricardo III y un guitarrista de rock y me dije': “Let's make it raven, so you know who's coming.'''
El sentido del estilo de Rickman puede provenir de sus años en la escuela de arte. Como el segundo hijo mayor de una familia numerosa del oeste de Londres, estudió para ser un diseñador gráfico, pero a los 26 cambió abruptamente de curso para ir a la prestigiosa Real Academia de Arte Dramático. Pasó años trabajando a través de los repertorios de compañías locales y de la escena teatral de Londres hasta 1985, cuando se incorporó a la Royal Shakespeare Company. Ese año, jugó un papel destacado en varias obras de Shakespeare y el vizconde de Valmont en Las amistades peligrosas ". La obra se inició en el diminuto teatro de Stratford: “Other Place” y terminó en Broadway, siendo ganadora de varios premios. Rickman desempeñó el papelene más de 500 actuaciones, pero cuando el director Stephen Frears, lanzó su versión de la película, optó por John Malkovich en su lugar. Rickman manifestó su decepción al perder la parte que él sentía que había ayudado a inventar. Incluso hoy, cuando se le pregunta sobre ello, corta esa línea de interrogatorio con un movimiento de la cabeza.
Un vieja amiga de Rickman, Juliet Stevenson, que aparece con él en Truly, Madly, Deeply, describe al actor como un cruce entre una pantera y un camello:''Alan tiene este maravillosa físico sedoso, juega hábilmente con las palabras y momentos. Y tiene esta extraordinaria resistencia - como un camello.''
Resistencia es la cualidad que Rickman valora más en sí mismo como actor. ''No sé de dónde viene. No comola comida correcta, yo no soy un monje, y soy muy sociable. Pero no soy estúpido.''Durante el rodaje de Robin Hood, el director Kevin Reynolds aprendido a apreciar la resistencia. ''Fue un rodaje muy duro y Alan estaba siempre incansable, maravillosamente inventivo y útil'', dice Reynolds. ''La extravagancia del sheriff – es de Alan; compuso varias de sus líneas, y fue idea de Alan empujar las piernas de Marian separándolas en la escena de la violación, lo que lo hizo cómico en lugar de horrible. Él es mi parte favorita de la película, ¿qué más puedo decir?''
''Kevin Reynolds me dejó fuera de la correa'', dice Rickman. Sin embargo, la intensidad de su interpretación, junto al Robin de Costner, creó un problema. Tras el preestreno la audiencia dijo que prefería el carácter de Rickman al de Costner, y los productores ordenaron a Reynolds hacer cambios. Al final, Reynolds abandonó el proyecto. Rickman es prudente sobre todo el asunto, pero sí expresa algún pesar. En particular, se pierde un argumento secundario que implicaba su relación con la vieja Mortianna (Geraldine McEwan). ''Desgraciadamente, la escena en que Geraldine me dice que ella es mi madre, con los dos navegando en la parte superior de estratosfera y el equipo muerto de risa, terminó en la sala de montaje' dice. ''Eso fue una vergüenza''
¿Y qué acerca de los rumores de tensión entre Rickman y la asediada estrella de la película? Rickman da destellos de mirada atormentada. ''Estoy en una situación sin salida'', dice. ''Todas estas cosas sobre el antagonismo en el set es un disparate absoluto. Costner ha trabajado muy duro, y fue increíblemente generoso con los demás actores. Pero él ha sido colocado en una montaña con una pendiente resbaladiza, y hay algunas personas maliciosas en este negocio.''
Si Rickman necesita un descanso de las presiones y las polícicas de la actuación, lo encuentro en casa, en el oeste de Londres con su pareja de toda la vida, Rima Horton, un concejal de distrito del Partido Laboral a quien conoció cuando ambos estaban en sus 20 años y eran miembros de una la sociedad dramática de aficionados. ''Ella es el nivelador final'', dice. ''Cuando me quejo de mi trabajo, ella me la devuelve con alguna frase bien dirigida sobre las personas sin hogar.''
En el escenario, Rickman es conocido por su obra dramática seria, pero al público del cine ahora lo conocen mejor de los espectáculos pop como Die Hard y Robin Hood. Se niega a caer en condescendientes comparaciones entre los dos mundos:''Me encanta el acto de la filmación,'', dice. ''Me siento como un niño con un juguete nuevo. Me gustaría tener lo que puedo de Hollywood, y lo que sea que uno quiere hacer en Inglaterra, y ponerlos juntos.''
Luego agrega, un poco sorprendentemente,''me siento más yo en América. Puedo volver allí, y tienen parques de montaña rusa. Mi idea de un verdadero placer es Magic Mountain sin guardar cola.''
***************
Dios me retorci de Ia risa con aIgunas de Ias cosas que dijooo AIan, de veras que trabajar con aIguein que aporta tanto a su trabajo y no se iimita a hacer Io que eI director dice debe ser maraviIIoso
Alan Rickman: Villano - El show-stopping canalla de ''Robin Hood'' y ''Die Hard'' es el “chico malo” que el público ama
''Los Ángeles no es una ciudad llena de Airheads'', insiste Alan Rickman, cuyo tono de voz implica que esta podría ser una opinión polémica. ''Hay una gran cantidad de energía maravillosa. Ellos dicen «sí» a las cosas, no como los interminables 'nos' y 'hrrumphs' que obtienes en Inglaterra!''Su rostro se retuerce en una mueca caricaturesca, para ilustrar un hrrumph. ''Cuando me bajo del avión en Inglaterra siempre me siento cerca de dos pulgadas más bajo.''
Extendido en una silla de un estudio de Londres, el leonino actor ciertamente no parece más bajo. Y en su espontánea defensa de Los Ángeles, no obstante, no parece disgustado de quedarse estancado en su ciudad natal por un tiempo. Tampoco debe. Este es el día del estreno británico de Robin Hood, el Príncipe de los Ladrones en Nottingham, con fuegos artificiales en el castillo de Nottingham después. Los periódicos matutinos abundan en historias alegres referidas a los fuegos artificiales fuera de la pantalla debidos a la interpretación “roba-escenas” de Alan Rickman, como el cobarde Sheriff de Nottingham. Mientras la bastante rígida actuación de Kevin Costner como el virtuoso Robin Hood dejó críticas y muchos aficionados al cine un poco decepcionados, el alegre malvado villano de Rickman se convirtió en la interpretación más comentada del verano – y eso fue después de que los productores de la película recortaran algunas de las mejores escenas de Rickman.
Pero Rickman, que está en sus 40 años, no ha vuelto a casa a revolcarse en su momento como la conquista de la estrella de cine: Él está aquí para ensayar una obra, la primera desde su interpretación del archi-seductor Valmont en “Las amistades peligrosas ", que lo lanzó a la fama y a ofertas de cine hace cuatro años. Rickman interpretará un papel de liderazgo en el “Tango at the End of the Winter” de Kunio Shimizu, dirigida por el director de teatro más importantes de Japón, Yukio Ninagawa. La producción hará su debut en el Festival de Edimburgo, Escocia, este mes y posteriormente se transferirá al West End de Londres.
La decisión de Rickman de abandonar Holliwood por el escenario, ahora que su carrera cinematográfica se está disparando, ha dejado a sus amigos americanos desconcertados. “Volver a hacer una obra en un festival escocés debe de parecer muy mala idea” admite con su sonoro tono barítono. “Incluso yo pensé que estaba loco. Durante mucho tiempo odié el teatro” continúa “Piensas, tengo que subir al monte Everest, otra vez, esta noche. Oh, el teatro es un lugar espeluznante para estar” Pero Rickman nunca dudó realmente en su decisión “Simplemente había una voz interior en mí diciendo: ´ Es el momento de ir a escena ´ Hay determinados músculos que se vuelven fofos si no los usas”
El nuevo lugar de entrenamiento de Rickman es un enorme estudio de cine producido para el elaborado escenario de la obra, una recreación del esqueleto de una sala de cine. “Tango” tiene lugar en un antiguo cine, donde un actor – Rickman -- vuelve a explorar su pasado y su psique, tras haber perdido el valor de salir a escena “ Esa es la contundente ironía” dice Rickman, con placer masoquista.
En los ensayos, los actores parecen haber tomado ejemplo de la indumentaria del director japonés, que va vestido completamente de negro. Ninagawa no habla Inglés, por lo que un intérprete es su sombra. Vestido con vaqueros negros y una camiseta debajo de una amplia chaqueta gris, Rickman se encuentra en la parte posterior del escenario, con la cabeza en las manos, cuando la escena comienza. Entonces, para un tango seductor, toma la mano de la coestrella Beatie Edney, y el hombre que era tan cómicamente desagradable en Robin Hood exuda una sensualidad felina. Los bailes de pareja, las piernas, los brazos y cuerpos que se mueven al unísono de ballet. Como Rickman tira de Edney hacia él, ella se enreda alrededor de su cuerpo. Es un momento de erotismo palpable.
El ensayo continúa con paradas y arranques, hasta que, en la escena final, los jóvenes actores aparecen en cada esquina, saludando y vitoreando - una conmoción con la que el director pretende simbolizar el espíritu de la juventud. Aunque Rickman venera al director -''trabajar con Ninagawa es una oportunidad única en la vida''- manifiesta. Está preocupado. Levanta la mano. “Sólo una pregunta” dice. ''¿Se supone que nos parecemos a esos jóvenes?''
A través del intérprete, el director responde afirmativamente. ''Es que en Inglaterra, tenemos estas cosas llamadas hooligans ..,'' dice Rickman, y el reparto y el equipo se parten de la risa. ''Y creo que eso es un poco lo que estoy viendo.''
El fenómeno de los aficionados al fútbol borrachos se traduce al japonés con dificultad, ya que tal comportamiento es casi inimaginable en ese país - y Ninagawa reflexiona sobre ella. ''No, no son hooligans''- responde. Rickman sonríe con su media sonrisa burlona - uno siente que todavía tiene sus dudas - y la reincorporación al trabajo.
Rickman no es siempre tan reservado, tiene una reputación de sostener ferozmente opiniones sobre sus papeles. El director Howard Davies recuerda''los momentos cuando Alan y yo queríamos estrangularnos el uno al otro durante los ensayos de Les Liaisons. Él es un perfeccionista, puede ser doloroso. Hubo momentos en que no creía que el carácter de Alan sobreviviría a su disección quirúrgica''.''Es como la dirección de un director'', dice Anthony Minghella, director y guionista de la película actual Truly, Madly, Deeply, protagonizada por Rickman como un muerto violoncelista que regresa estilo “Ghost”a rondar su amor. ''Él se mantiene alerta, y tú tienes que aprender a no verte amenazado por eso. Está muy preocupado por la apariencia - lo que lleva puesto.''
Por su parte, como el elocuente Hans Gruber en Die Hard (1988), Rickman's notions about how the character should look wound up shaping the direction of the smash movie. ''Cuando conocí a Bruce Willis, pensé que sería interesante que esos personajes pudieran tener un respeto mutuo, incluso haciéndose reír el uno al otro en algún momento. En lugar de parecer un terrorista con camiseta y una cazadora, ¿por qué no ponerse un traje? Eso nos hizo opuestos. Como idea tuvo repercusiones: Se hizo posible que los caracteres (el de Willis y el mío) se conocieran, y yo podía pretender ser uno de mis propios rehenes.''Como el sheriff de Nottingham, Rickman se viste de negro, una vez más su propia idea. ''Fue una caricatura en colores primarios'' dice. ''Yo no quería que la película desapareciera entre todos esos asuntos históricos. Pensé en Ricardo III y un guitarrista de rock y me dije': “Let's make it raven, so you know who's coming.'''
El sentido del estilo de Rickman puede provenir de sus años en la escuela de arte. Como el segundo hijo mayor de una familia numerosa del oeste de Londres, estudió para ser un diseñador gráfico, pero a los 26 cambió abruptamente de curso para ir a la prestigiosa Real Academia de Arte Dramático. Pasó años trabajando a través de los repertorios de compañías locales y de la escena teatral de Londres hasta 1985, cuando se incorporó a la Royal Shakespeare Company. Ese año, jugó un papel destacado en varias obras de Shakespeare y el vizconde de Valmont en Las amistades peligrosas ". La obra se inició en el diminuto teatro de Stratford: “Other Place” y terminó en Broadway, siendo ganadora de varios premios. Rickman desempeñó el papelene más de 500 actuaciones, pero cuando el director Stephen Frears, lanzó su versión de la película, optó por John Malkovich en su lugar. Rickman manifestó su decepción al perder la parte que él sentía que había ayudado a inventar. Incluso hoy, cuando se le pregunta sobre ello, corta esa línea de interrogatorio con un movimiento de la cabeza.
Un vieja amiga de Rickman, Juliet Stevenson, que aparece con él en Truly, Madly, Deeply, describe al actor como un cruce entre una pantera y un camello:''Alan tiene este maravillosa físico sedoso, juega hábilmente con las palabras y momentos. Y tiene esta extraordinaria resistencia - como un camello.''
Resistencia es la cualidad que Rickman valora más en sí mismo como actor. ''No sé de dónde viene. No comola comida correcta, yo no soy un monje, y soy muy sociable. Pero no soy estúpido.''Durante el rodaje de Robin Hood, el director Kevin Reynolds aprendido a apreciar la resistencia. ''Fue un rodaje muy duro y Alan estaba siempre incansable, maravillosamente inventivo y útil'', dice Reynolds. ''La extravagancia del sheriff – es de Alan; compuso varias de sus líneas, y fue idea de Alan empujar las piernas de Marian separándolas en la escena de la violación, lo que lo hizo cómico en lugar de horrible. Él es mi parte favorita de la película, ¿qué más puedo decir?''
''Kevin Reynolds me dejó fuera de la correa'', dice Rickman. Sin embargo, la intensidad de su interpretación, junto al Robin de Costner, creó un problema. Tras el preestreno la audiencia dijo que prefería el carácter de Rickman al de Costner, y los productores ordenaron a Reynolds hacer cambios. Al final, Reynolds abandonó el proyecto. Rickman es prudente sobre todo el asunto, pero sí expresa algún pesar. En particular, se pierde un argumento secundario que implicaba su relación con la vieja Mortianna (Geraldine McEwan). ''Desgraciadamente, la escena en que Geraldine me dice que ella es mi madre, con los dos navegando en la parte superior de estratosfera y el equipo muerto de risa, terminó en la sala de montaje' dice. ''Eso fue una vergüenza''
¿Y qué acerca de los rumores de tensión entre Rickman y la asediada estrella de la película? Rickman da destellos de mirada atormentada. ''Estoy en una situación sin salida'', dice. ''Todas estas cosas sobre el antagonismo en el set es un disparate absoluto. Costner ha trabajado muy duro, y fue increíblemente generoso con los demás actores. Pero él ha sido colocado en una montaña con una pendiente resbaladiza, y hay algunas personas maliciosas en este negocio.''
Si Rickman necesita un descanso de las presiones y las polícicas de la actuación, lo encuentro en casa, en el oeste de Londres con su pareja de toda la vida, Rima Horton, un concejal de distrito del Partido Laboral a quien conoció cuando ambos estaban en sus 20 años y eran miembros de una la sociedad dramática de aficionados. ''Ella es el nivelador final'', dice. ''Cuando me quejo de mi trabajo, ella me la devuelve con alguna frase bien dirigida sobre las personas sin hogar.''
En el escenario, Rickman es conocido por su obra dramática seria, pero al público del cine ahora lo conocen mejor de los espectáculos pop como Die Hard y Robin Hood. Se niega a caer en condescendientes comparaciones entre los dos mundos:''Me encanta el acto de la filmación,'', dice. ''Me siento como un niño con un juguete nuevo. Me gustaría tener lo que puedo de Hollywood, y lo que sea que uno quiere hacer en Inglaterra, y ponerlos juntos.''
Luego agrega, un poco sorprendentemente,''me siento más yo en América. Puedo volver allí, y tienen parques de montaña rusa. Mi idea de un verdadero placer es Magic Mountain sin guardar cola.''
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Dios me retorci de Ia risa con aIgunas de Ias cosas que dijooo AIan, de veras que trabajar con aIguein que aporta tanto a su trabajo y no se iimita a hacer Io que eI director dice debe ser maraviIIoso