*Advierto que este capitulo tiene escenas de violencia y escenas de sexo explicito... es por obvio prohibido para menores de 18*
Capitulo 9
Las lagrimas de la serpiente
"Bienvenido a mi casa una vez más, Severus" Lucius sonrió mientras estrechaba sus ojos claros desde su enorme cama, hecha con las sábanas más suaves y una colcha bordada y muy cara que calentaba según la necesidad del que la usaba.
Estaba vestido con un pijama verde oscuro y blanco de algodón y recostado entre varios cojines, su pelo rubio largo y liso cayéndole sobre los hombros en cascada
Severus recordaba bien aquella habitación. Amplia, de forma casi circular, los aposentos del matrimonio Malfoy tenían el suelo de mármol veteado en verde, con los muebles de madera noble en tono oscuro repletos de libros y estatuas. En una de las paredes, el retrato del abuelo Malfoy al que el mismo Lucius le había
retirado la magia para no verle moverse más y en la otra, la cama de matrimonio con dosel y cabecero negro y plateado.
Era, como el resto de la mansión, la típica decoración que puedes admirar pero donde no te atreves a poner el pie por si se estropea.
"Ven, siéntate junto a mí" Palmeó un lado de la cama para que fuera como si llamara a una mascota. El profesor sopló. Si algo había odiado profundamente cuando era joven era la costumbre del rubio de considerarle su animal de compañía. Quizás cuando era joven y las cosas eran distintas lo había... tolerado, pero no más. No volvería a ser su perrillo faldero. Jamás.
--"Prefiero sentarme aquí si no te importa, Lucius --dijo tomando una butaca hermosamente tapizada y acercándola a la cama.
-- Dime, para qué querías verme? Hoy la reunion en el ministerio, si no lo recuerdas, y debería estar allí"—mintio Snape.
--"En serio ibas a ir? --una sonrisa sarcástica se dibujó en sus finos labios.
--Todavía te conozco más de lo que crees, viejo amigo... Bien, aunque no lo creas, te he llamado para darte las gracias por salvar mi vida. Ciertamente nos sorprendiste a todos, incluso al Lord. Sabes que si hubieras sido tú en vez de yo nadie hubiera hecho nada por tu pellejo, verdad? Ah, pero quién dijo que la
vida de un traidor fuera fácil? Aunque parece que poco a poco vas volviendo a los viejos hábitos..."—dijo Lucius.
--"De qué estás hablando?" –pregunto Snape, de pronto mucho más tenso.
--"Sí, seguro que no te costó mucho traer a aquella chica. Aunque podías haber elegido una más bonita... y que no fuera sangre sucia (Lucius hizo una mueca de asco),sigues teniendo mal gusto para las mujeres"--.
--"Lucius, yo no la llevé y lo sabes"—mintio Snape.
--"Qué dices? Te vi con mis propios ojos traerla a la casa, me la diste después de atarla. Acaso te has vuelto bromista con los años?" –musito Lucius.
La sonrisa en el rostro del death eater parecía de la más pura inocencia. Un diablo sonriendo como un ángel.
--"Yo no”—intento recordar Snape.
--"Acaso vas a negarme lo que eres? --Malfoy se puso serio de pronto, sus ojos se endurecieron.
-- Hay más mal que bien en ti, Severus, cualquiera de tus alumnos
podría decírtelo...! Vas a negar también que querías matarla en el altar? el Lord Oscuro te perdonó porque sabe cómo eres, y también sabe que volverás a él, es sólo cuestión de tiempo! Y entonces trabajaremos juntos de nuevo. No te gustaría eso? Siempre hemos llevado a cabo tareas muy... satisfactorias" --su seriedad se mudó a una sonrisa viciosa.
--"Lucius....!" –dijo Snape con tono amenazador, y se puso en pie de golpe, apretando el puño izquierdo, mirándole como si así lo pudiera desintegrar
--"Quieres matarme? Supongo que con lo rencoroso que eres aún me odias... Vamos, saca la varita. Qué pierdes por probar? Lo único que puede pasar es que intentes hacerme algo, que como siempre no lo consigas y que además pruebes que yo tengo razón. En el fondo nadie sale perjudicado con ello"-- Malfoy no se había movido un
ápice de sus cojines, y de hecho parecía tan calmado y tranquilo como si estuvieran hablando de cualquier trivialidad.
Hubo un largo momento de silencio, un intercambio de miradas y de voluntades hasta que Lucius suspiró y apartó la vista con una sonrisa. Aún con la mandíbula apretada, Snape tomó asiento de nuevo. La Marca, como le pasaba de un tiempo a esta parte siempre que sentía animosidad por alguien, le escocía. Y ciertamente
no se le había olvidado cómo odiar a Malfoy....
--"El Maestro puede controlarme con la Marca?"-- Le preguntó, camuflando cualesquiera que fueran sus emociones en frialdad.
--"La Marca es una forma de control por sí misma, Severus, pero no de la forma en que piensas. Si Lord Voldemort quisiera, por llamarlo así, usarte de alguna forma, lo haría de manera que lo supieras perfectamente. No es así como usabas tú el Imperius? No es eso lo que lo hace divertido?" --De nuevo sonrisa y alzamiento de cejas. Snape miró al suelo, a la cara alfombra tejida a mano bajo la cama de matrimonio
--"Si no es el Maestro, entonces la Marca por su naturaleza puede incitarme a matar?"—pregunto Severus.
Lucius agitó la cabeza .
--"En estos años se te han olvidado muchas cosas, pero creo
que tengo algo que podrá ayudarte a descubrir las respuestas a las preguntas que no te atreves a hacerme... Sí, creo que te irá bien..."
--dijo Malfoy con lujuria en su voz.
--"Tengo que volver a Hogwarts. No debería estar aquí"-- Dijo con algo de lentitud, sintiendo realmente que de todos los lugares aquél se estaba volviendo el menos recomendable.
--"Ahahahah! No tan aprisa. Lo primero es responder tus dudas. Si no me equivoco, por eso es por lo único que has venido a mi casa –suspiró—Además, son mis ojos o es que no has encontrado cómo romper *tu propio* hechizo?"--.
A pesar de que sabía que tarde o temprano se lo restregaría, Snape no pudo evitar gruñir y fulminarle con la mirada
--"Bien, no te preocupes por eso... Te devolveré el favor. Después de todo, los amigos estamos para ayudarnos..."--.
La forma en que dijo esa palabra hizo que el más joven de ambos rechinara los dientes. Amigos? Lo decía en serio? Tanto cinismo sólo podía venir de él.... Qué es lo que sacas esta vez por ser mi “amigo”, Lucius? Qué es lo que te han prometido a cambio?! .
El profesor se instó a calmarse. No tenía sentido echarse las manos a la cabeza, después de todo había elegido ir por su propia voluntad sabiendo de sobra cómo era su anfitrión.
Lucius se levantó de la cama, su pijama perfectamente estirado delineando el cuerpo bien moldeado. No había en su lado izquierdo nada que delatara lo que le sucedió al recibir de lleno el ataque que Lupin le acerto al abrirse paso en el redil, aunque seguramente eso le hubiera costado lo que el profesor ganaba en un año para pagar al mejor medimago de Londres.
--"Sí, guardo cama porque me apetece. Es una buena forma de tener vacaciones" --Sonrió ladino mientras se ponía un batín y se calzaba zapatillas suaves y esponjosas. Aunque no hubiera sido así, aunque hubiera tenido que guardar cama por necesidad, Lucius Malfoy jamás lo habría reconocido.
--"Vamos, sígueme. No me sé el conjuro, tendremos que ir a mi biblioteca" –dijo Lucius.
Tocó una esquina de una de las librerías que adornaban la gran habitación y una parte del muro se contrajo, dando paso a un corredor.
--"Sigue activándose donde entonces..."—dijo Snape con ironia.
--"Ya veo que lo recuerdas bien... Espero tener algo que te sorprenda aún después
de todos estos años, Sev"—dijo Lucius con picardia.
Snape no fue capaz de ver la mueca en la cara del anfitrión, y esperó que él tampoco fuera capaz de ver su disgusto hacia el único diminutivo cariñoso que nadie le hubiera puesto jamás, su nombre de mascota.
Los adultos anduvieron por el oscuro corredor y bajaron un par de escaleras sin ver dónde ponían el pie pero sin vacilar después de años haciendo el mismo recorrido
La biblioteca se iluminó de tenue anaranjado cuando pusieron el pie en ella. Las paredes, altas, estaban recubiertas de estanterías enormes llenas de libros de las temáticas más diferentes, aunque la mayoría referentes a las Artes Oscuras.
Libros que, si no eras lo suficientemente poderoso, podían destruirte. Pero Lucius no tenía ninguna clase de problemas para dar rienda suelta a su poder y ordenarles que hicieran justo lo que él quisiera. Siempre que quería algo lo conseguía, doblegando al otro a su voluntad fuera quien fuese, libro, mago, muggle, hombre o mujer. Nadie le decía que no a Lucius Malfoy, y nadie con asomo
de inteligencia se atrevía a ello.
--"Ven, ven... voy a llevarte a que veas algo mientras encuentro el conjuro. Así no te aburrirás esperando... Vamos, sígueme"-- Le indicó una puerta que antes no estaba allí y que se abrió al susurrarle una palabra. Severus vio que el rubio
llevaba consigo su varita y se detuvo.
--"No te fías de mí? Sev--suspiró y se colocó el pelo tras las orejas, sintiendo la ardiente mirada del profesor en su persona. Una vez más había dado de lleno en el blanco- Por ahí te llevaré a mi sala más preciosa, la de los objetos arcanos... Seguro que a Dumbledore le encantará saber qué es lo que tengo.
--Vamos, entra"-- Y esta vez fue una orden
Las luces de la nueva habitación revelaron el contenido digno de un museo. Había muchas cosas, todas oscuras, poderosas, y malignas, y algunas tan perfectas que merecían que las alabaran a pesar de sus orígenes. Algunas eran simples objetos muggles malditos, y otros eran desde luego instrumentos mágicos. Incluso llegó a
reconocer algunos de ellos, puesto que los habían usado alguna vez. Eran buenos instrumentos de tortura, recordó, y esto fue suficiente como para hacer que se colocara en mitad de la habitación y no mirara a ninguna parte en especial.
Pronto volvió Lucius moviéndose silencioso y con elegante estilo de gato, con la varita en una mano y un grueso libro marrón en la otra
--"Veamos... --lo dejó sobre una carísima mesa de madera de ébano y comenzó a pasar las páginas rápidamente—Éste es... –repasó el conjuro, pasando el dedo sobre las líneas que debía memorizar varias veces y por fin utilizó la varita, ejecutando
un extraño movimiento. Nada sucedió.
—Mmm... No parecía tan difícil... probaré otra vez" --Volvió a leer con cuidado la entonación y ensayó mentalmente la forma que había
de darle con la varita. Levantó la mano izquierda como en libro y cerró los ojos, agitando la varita con delicadeza y buen ritmo, repitiendo el dibujo que veía en su mente.
Surgió un rayo rojizo de la punta de madera y se estrelló contra su mano, envolviéndola en una llamarada que no le producía ningún daño.
--"Acércate, Severus..."-- Dijo lentamente con voz sedosa.
Snape había seguido todo el proceso sin perder detalle y ahora tenía los ojos fijos en el rostro del rubio, en la expresión dibujada en su rostro. En esa media sonrisa enseñando sus dientes blancos y perfectos, en su ojos entrecerrados, brillantes. Había visto esa mueca antes. La había experimentado varias veces. Y siempre, siempre, había traído mucho dolor con ella.
"Acércate...!" Esta vez fue un rugido, una orden. Estiró el brazo hacia él, y el profesor retrocedió. Lucius perdió la paciencia y se abalanzó sobre él, agarrándole el brazo derecho con su mano llameante y apretando con fuerza.
El fuego no quemaba, pero un calor vivo e intenso le recorrió el brazo desde la mano de Lucius hasta la suya, haciendo que el hechizo de helar fuera perdiendo poder. La sangre comenzó a fluir de nuevo y el dolor hizo presa de su brazo hasta el hombro, todos los nervios gritando de golpe al reanudarse la vida.
Snape intentó soltarse, dio pasos atrás, tambaleándose y gritando de dolor, y Malfoy le siguió, siempre mirándole con ojos de depredador. La manga bajo su mano se empapó de sangre saliendo de las heridas sin cerrar, mojando los dedos que le aferraban con fuerza.
Las rodillas dejaron de poder sostenerle, y con un fuerte empujón Lucius le lanzó contra la pared por la que resbaló hasta quedar de rodillas. El rubio se agachó a su lado y se sujetó en su hombro, sintiendo al momento una mano de hierro aferrarse a su brazo, crispada, arañándole aún a través de la bata, del pijama. Severus gemía, apretaba los dientes, se mordía el labio, convulsionándose de dolor bajo las manos del mortífago.Se arrodilló y le apretó contra la pared para mantenerle quieto y poder callar su agonía con más facilidad. Le besó con pasión y brutalidad, mordiendo,
robándole la respiración, ahogándole, saboreando la sangre que él había ayudado a verter mientras clavaba los dedos con fuerza encima de su clavícula. El profesor le aferró con más fuerza, sus ojos oscuros abiertos de par en par mirando a los pálidos del lord que se entrecerraban con lujuria. Jadeaba sin respiración cuando Lucius se apartó de su boca y delineó su mandíbula con la
lengua hasta llegar a su oreja.
La expresión de Malfoy se suavizó un poco al acercar su rostro al del otro hombre. Su mano acarició levemente su mejilla "Sev... estás tan irresistible..."
El dolor en el brazo era horrible, su mente estaba embotada por la intensidad en sus sentidos, todo se agitaba frente a sus ojos... y tenía a Lucius sobre él haciéndole suyo una vez más con aquél salvaje y frenético sadomasoquismo. Era esa brutalidad en su ser la que hacía de Malfoy un amante tan especial y deseado.
Severus intentó apartarse de él, algo en su interior aún tenía fuerza para gritarle que no se dejaria violar, pero lo único que consiguió fue que Lucius le partiera el labio de una bofetada que le ladeó la cabeza "Nadie... nadie me dice que no..." Susurró amenazante en su oído antes de besarle de nuevo tan
salvajemente como la vez anterior
Con un rugido el rubio se separó una vez más, su pálido rostro manchado con sangre, y le apretó con el pecho contra la pared hasta dejarle casi sin aliento, frotándose contra él después con lujurioso vaivén. Besó su frente, su pelo negro y revuelto, sus mejillas húmedas y saladas y bajó hasta su cuello, que lamió y
mordió con pasión. Snape se agitó bajo él, gimiendo de dolor.
Lucius encontró frustrante la cantidad de ropa que el profesor llevaba, y de un tirón desabrochó buena parte de la chaqueta negra y rasgó sin miramientos la suave camisa blanca que había debajo, exponiendo así parte del pecho del otro hombre antes de lamer, besar, morder y arañar la suave piel.
Lucius puso la mano en lo desnudo de su pecho y fue bajando hasta la entrepierna, donde apretó con fuerza su dureza, lo que le hizo gemir de dolor . "Ah... si no tuvieras que volver a Hogwarts, Sev..."
El dolor que sentía en el brazo había dejado de ser insoportable –aunque su mente, ocupada en otros asuntos, no sabía cuándo había sucedido semejante evento- y su cerebro iba esclareciéndose lentamente. El profesor echó la cabeza hacia atrás, dejando que se apoyara contra la pared y apretó los ojos con fuerza al sentir que las mejillas le ardían. Lloraba en silencio y ya no de dolor, sino por su dignidad hecha pedazos al haber sido tan arrogante de pensar que no podría dejarse manejar por Malfoy. Por muchos años que pasaran nada podría cambiar que fuera su juguete sexual, que le siguiera a donde ordenara, que obedeciera sin rechistar... Y sin obtener nunca nada a cambio excepto cicatrices y traiciones. Aún a pesar de ya no ser tan ingenuo como de joven y de saber de
sobra que nada bueno puede venir de ese hombre si no es odio, el pecho dolía como entonces, cuando Lucius era merecedor de toda su confianza y admiración y le usó en su beneficio, cuando le violó la primera vez o cuando le torturó y le obligó a matar a la única amiga que le quedaba...
El lord se detuvo al ver que su amante ya no experimentaba aquél dolor espantoso que él mismo había tenido que sufrir en sus propias carnes. Besó sus lágrimas y sus labios partidos con suavidad para apoyar después el mentón sobre su hombro y la cabeza en su cabeza.
--"Shh... lo peor ya pasó, Sev... --le susurró al oído, acariciando su pelo con una dulzura que parecía imposible con lo que había demostrado .
--Creo que ya puedo curarte las heridas... Accio, varita" Dijo, y le soltó el brazo herido
--"Eres un jodido degenerado , violador hijo de puta..."-- Susurraba el hombre de oscuro intentando normalizar la respiración y recomponer del golpe a su de por sí baja autoestima
--"No me digas que no te ha gustado...--se rió suavemente, poniendo en práctica sus conocimientos de medimagia. No era un experto, desde luego, pero al aprender tantos métodos de tortura y dolor también había aprendido bastante sobre como curar, sobre todo, heridas de guerra.
—“Pensé que después de tantos años sabrías apreciarlo..."—dijo Lucius.
--Algún día te mataré por todo lo que me has hecho
pervertido..."--Murmuró Snape con amargura y rencor, los ojos fijos en las cicatrices que le estaban quedando.
--"Todavía que lo hice para distraerte del dolor.... El mundo está lleno de desagradecidos --agitó la cabeza mientras terminaba con su quehacer .
-- Antes de que te vayas te enseñaré mi más reciente adquisición, el artefacto que te ayudará con tus preguntas" –dijo Malfoy.
--"No quiero que me ayudes más" --
--"No es un ofrecimiento, Severus"-- El rubio le miró por encima del hombro con los ojos grises centelleando antes de señalar algo bastante grande cubierto con una tela oscura y opaca.
Snape se acercó y Malfoy quitó la sábana de un tirón, dejando ver un espejo enmarcado en oro con relieves serpenteantes. Se acercó al espejo con una media sonrisa y se paró frente a él, observándose cuidadosamente.
Severus también contemplaba la escena con cuidado, aunque a una distancia algo más prudente. El reflejo mostraba al lord, su pelo rubio, su sonrisa sarcástica, su pijama y su bata de seda ahora algo más arrugados... hasta que se cubrió con una oscura bruma que parecía tener vida propia, puesto que se agitaba dentro del
espejo.
Aquella nube comenzó entonces a tomar forma y fue entonces que Lucius puso su mano sobre la superficie de cristal, cerrando los ojos. Cuando la retiró sonreía orgulloso de sí mismo
--"Ahora hazlo tú"—le ordeno a Snape.
El profesor no entendía lo que había pasado, pero estaba seguro de que aquél artefacto rezumaba Magia Negra por todos los poros. Se apartó el pelo de la cara sin quitar la vista del espejo que parecía inofensivo y, reconsiderando sus opciones se dio cuenta de que no tenía más remedio que volver a obedecer.
Se colocó frente al artefacto, y el cristal le devolvió su reflejo. Su ropa rasgada, sangrienta, su aspecto desaliñado, todo lo contrario al del otro hombre. Una vez más en su vida se preguntó por qué al perfecto Malfoy le gustaba jugar con él, Quizás fuera morbo? Quizás por demostrar su superioridad? O sólo por molestar?
Hubiera podido seguir divagando, pero el espejo se llenó de bruma oscura y bullente. Puso la mano sobre la fría superficie y cerró los ojos.
No hubieron pasado más que unos segundos cuando con un grito la quitó como si se hubiese quemado y dio varios pasos hacia atrás con la expresión desencajada.
Malfoy se rió entre dientes y se acercó a la temblorosa figura que se apoyaba en la pared con los ojos fijos y horrorizados puestos en el espejo
--"Qué viste? Cuéntamelo"—le dijo Lucius con ironia.
Pero Severus no encontraba las palabras ya que su mente seguía viendo las imágenes del espejo. Se pasó una mano por el rostro y la detuvo unos segundos sobre su boca. Agitó la cabeza varias veces ----"No...no... yo no..."--
--"Tú no... eras ese? --Lucius puso una mano en su cadera.
-- No te engañes. El espejo te devuelve el reflejo del interior. Te viste a ti mismo. Sí. Ese monstruo eres tú y cuanto antes vuelvas a aceptarlo antes dejarás de sufrir por ello"—sonrio satisfecho Malfoy.
--"Mientes... Mientes!!"-- Snape se abalanzó sobre él y le lanzó al suelo de un puñetazo en la mandíbula.
--"No te das cuenta de que me estás dando la razón, idiota?"—le grito Lucius.
--"Yo no soy él... no lo soy! Y por nada del mundo vas a hacerme cambiar de parecer al respecto, Malfoy" --dijo sin que su voz se quebrara a pesar de que los brazos le temblaban aún con los puños apretados por la ira y sobre todo, el miedo.
Ese miedo que había albergado durante todos aquellos años y que siempre había apartado.
Ese miedo a que una parte de sí pudiera traicionarle ahora le perseguía como una sombra, la misma sobra que se retorcía en el espejo.
Realmente era aquella era su verdadera naturaleza y no podía renegar de ella por más tiempo? Había disfrutado matando y había secuestrado a aquella chica arrastrado por la oscuridad de su alma?
Era esa la respuesta a sus preguntas??
Y si esa oscuridad le pedía más, qué podría hacer él?
La expresión de Lucius era la de un padre que suspira con una paciencia infinita.
--"Como quieras, Severus, aunque lo único que conseguirás será hacer las cosas más difíciles..."—dijo Malfoy.
*****************Mientras en el colegio.******************
Akane se preocupada por Snape estaba buscándolo por todo el castillo y vio un gran ventanal abierto de par en par por el que se colaba una brisa nada cálida.del tercer piso estaba abierta.
--Qué hace esa ventana abierta con el frío que hace fuera?"--
Akane se acercó hasta la susodicha y, cuando quiso cerrarla una
pequeña sacudida eléctrica hizo que se apartara de allí bien rápido. Aún se estaba cuestionando qué había pasado cuando escucharon un *plop* y una vocecilla muy conocida
--"No puede cerrar la ventana, Srta. Zeen. No está permitido a
nadie tocar esa ventana, no, no " Le dijo Dobby mirándola con sus
enormes ojo.s
--"No está permitido cerrar la ventana? Por que, Dobby?"—le pregunto Akane.
--"Dobby sólo cumple órdenes, Srta. Zeen, Srta. Y a Dobby se le ordenó que nadie cerrara esta ventana y Dobby cumple sus órdenes, Srta."—dijo el elfo con orgullo.
--"Y a qué mente lúcida se le ocurrió la brillante idea? Se congelará todo el pasillo a este paso..."-- Akane se cruzó de brazos, hacía realmente frío con aquella corriente.
--"Al profesor Snape, señorita, Zeen, señorita"—dijo el elfo sincero.
Akane se quedo pensativa, habia ido a su misteriosa cita el Prof. sin decirle nada, desobedecio a Albus no podia creerlo.
"Te dijo algo más el profesor Snape, Dobby?" Le preguntó Akane
"No, señorita Zeen, señorita. El profesor Snape sólo dijo que nadie cerrara la ventana, señorita. Dobby tiene que irse, señorita, le necesitan en otro sitio. Por favor no se acerque a la ventana"
Con otro *plop* el elfo doméstico desapareció, dejando a Akane con el ceño fruncido.
Que debia hacer decircelo al director, no no podia Snape jamas se lo perdonaria, aunque el le habia mentido estarian a mano.
--Tengo una idea mejor...—dijo en voz alta para si.
--Voy a la torre Griffindor a por la capa de invisibilidad y le esperare aquí..." --penso Akane.
Akane volvio junto a Shigeo quien se la cruzo en el camino e insistio en acompañarla no era seguro que anduviera sola a esas horas por el castillo y no iba a permitir que el viejo jugara con ella .Hubieran pasado bastante rato allí sentados hablando a susurros y comiendo buñuelos(que le habia convidado su ex-esposo) hasta que por fin escucharon un ruido y volvieron la cabeza hacia la ventana donde podían ver una silueta. Shigeo le dio un codazo a su prima para que se pusiera en pie muy despacio, teniendo cuidado de que no quedara ninguna parte de su cuerpo fuera de la capa. Shigeo saco su varita cuando Severus se coló de un salto en el castillo.
Cerró la ventana sin mucho cuidado, cosa que según Shigeo era cuestión de falta de práctica escabulléndose, y echó a andar por el pasillo escoba en mano, encogido bajo su capa. Escuchó tras de sí un ruido y se detuvo para mirar, pero no vio nada. Cuando iba a reanudar su marcha una mano sobre su hombro hizo que
soltara la escoba, que repicó al caer al suelo embaldosado.
Muy muy despacio, con el corazón latiéndole muy deprisa, el profesor volvió a mirar atrás. Nada. Pero había sentido una mano! Miró a todos lados sin moverse del sitio y dio un respingo cuando el par de primos se apareció delante de él con las varitas alzadas.
Una parte de él respiró aliviada, puesto que aún no se volvía loco del todo. La otra perdió la respiración de golpe.
--"Qué demonios le ha pasado?"-- Fue la pregunta que dejó escapar Shigeo mientras ambos le miraban con los ojos muy abiertos. Severus agarró su capa y se tapó lo desgarrado de su ropa, pero ya lo habían visto. Además no podía ocultar de ninguna manera la sangre. Demonios, había sido tal la necesidad de salir de la
mansión Malfoy que no se había parado a adecentarse...
--"Dónde has estado? Severus"—le pregunto Akane seria.
--"Estuve buscando un ingrediente en el Bosque Prohibido"-- Mintió, aunque sabía que no le creerían. En su lugar, él tampoco lo hubiera hecho, pero al menos ganaría un poco de tiempo para
sosegarse. Todavía le duraba el shock del espejo...
Shigeo se echó a reír --"Hasta mi abuela miente mejor"--.
--"Sabes que no puedes salir de Hogwarts, Severus. Por qué has desobedecido al Director Dumbledore?!—dijo Akane afligida.
Le había prometido que no haría nada malo... y ahora ellos le dirían que se había escapado de Hogwarts! Sus manos juguetearon nerviosamente con la tela negra
--"Tenía que irme. Era importante"—dijo a la chica con tristeza.
--"A dónde?"—le pregunto Akane comenzando a enojarse.
--"No puedo decirlo"—respondio Snape mirando con pena a Akane, no le gustaba mentirle pero la realidad era demasiado dolorosa.
--"Y tampoco lo que te ha pasado? Por cierto... tu brazo se ve considerablemente mejor que ayer..."—dijo inquisidoramente Shigeo.
--"Poppy no era capaz de dar con el contrahechizo así que lo busqué por mi cuenta y tuve que ir a buscarlo. Satisfecho?"—le respondio al rubio.
Shigeo ladeó la cabeza y entrecerró los ojos.
-- "No. Si fuera así el director Dumbledore lo hubiera sabido y no te hubieras escabullido por una ventana"—dijo Shigeo con seguridad.
Akane se encogió de hombros .
--"Vamos con el Director"—dijo Shigeo.
--"¡No! --exclamó de pronto, dejándoles sorprendidos--No... Qué quieren a cambio de su silencio?"—dijo Snape desesperado olvidando con quienes estaba.
El rubio arqueó las cejas y se encaró con él momentos después –
--“Quiénes te crees que somos? No puedes comprarnos, basura!!"
"Cuéntanos a dónde, por qué fuiste y qué pasó y nos lo plantearemos --Shigeo se volvió, pero Akane le mandó a callar con un gesto—
--“Piensa que nos vamos a enterar de todos modos, el director Dumbledore nos lo contará, ademas si algo me quieres como dices confia en mi, cuentamelo"—Akane le miro fijamente.
El profesor palideció y apretó los labios hasta reducirlos a una línea. Prefería que le mataran antes que contarles lo que había pasado con Malfoy!, pero Akane pensaria que no la queria si no le decia la verdad.
--"Y bien?"—dijo Shigeo impaciente.
Era su única posibilidad de que el Director no se enterara, de que aún confiaran en él. Tragó saliva y mirando a la Griffindor le dijo.
--"Fui... a ver a un conocido. Necesitaba que me diera algunas respuestas y que me ayudara con el contra hechizo que estaba buscando. Creo que conseguí lo que quería aunque, como todo en ese mundo, tuvo su precio"—dijo con tristeza recordando los atroces hechos que harían a su amada asquearse de el.
--"No sabía que una serpiente como tú tuviera conocidos.... A quién fuiste a ver?"—le pregunto Shigeo.
--"Qué más da a quién fuera a ver!"—dijo Snape molesto.
--"Si no importa entonces por qué no lo dices?!"—le replico Shigeo a punto de golpearle.
--"Si van a empezar a pelear otra vez me aseguraré de que ninguno de los dos pueda decir palabra en una semana"-- Akane les miró con una expresión muy seria agitando levemente su varita. Ambos cesaron las hostilidades aunque todavía se miraban con rencor
--"Según lo cuentas, la persona a la que fuiste a ver no debe ser nadie muy recomendable. Quizás alguien de tus antiguos amigos?"—le pregunto Akane.
--"Nunca fueron mis amigos" –dijo el profesor clavando en Akane sus ojos oscuros llenos de dolor y deshonra.
--"Tomaré eso por un sí. Pero cómo podemos saber que no fuiste por algo relacionado con Voldemort?"-- le preguntó aguantando su mirada, intentando indagar en la verdad, y no ir a abrazarlo era obvio que estaba sufriendo horrores que apenas ella podia imaginar.
--"Tienes mi palabra Akane... junto con mi corazon”—le dijo Severus con amor.
--"Y desde cuando la palabra de un Mortifago cuenta?-- Serías capaz de vender a tu madre si eso te beneficiara incluso de lastimar a la persona que mas amas..."—le dijo Shigeo enfadado por la debilidad que su prima mostraba al creerle, estaba decidido a no permitir que el mortifago la matara guiado por su descontrol.
Severus le ladeó la cabeza de un puñetazo que le tomó por sorpresa, Shigeo atino a responderle pero se detuvo al ver la cara de su prima tenia ese brillo asesino al que tanto le temian sus oponentes asi que decidio ser prudente y no desobedecerla asi que se alejo de Snape.
Snape clavó sus ojos en los de él mientras se recolocaba la capa sobre los hombros.
--Creeme nunca le haria daño—dijo Snape tratando de convencerse de ello, pues a esa altura ya no estaba seguro de nada.
Shigeo quiso responder, pero en ese momento vio algo en su antagonista que le hizo cambiar de idea.
-- "Eso... eso es un mordisco??"-- Le preguntó con las cejas
totalmente arqueadas, señalando algún punto en su cuello. Y no solo vio eso, sino también arañazos, e incluso chupetones.
Severus dio un respingo y se cubrió. Con tanto alboroto había olvidado... Agh.
La cara de Shigeo era todo un poema. Qué estaría pensando? Nada bueno, eso estaba claro.
Intentó escapar de la embarazosa situación, pero Shigeo le sujetó empujándole contra la pared con una mano en su hombro
--"Suéltame ahora mismo!" –dijo Snape mientras que con la mano que no sujetaba la ropa agarraba la muñeca de Shigeo.
Shigeo miró su mano sucia de sangre, al igual que la mitad de la manga, y luego le miró a la cara, donde se notaba claramente su
labio partido.
--"Qué... qué te han...?"-- Pero no terminó la frase.
--"Deja de mirarme así” --apretó los dientes el mago de oscuro-- En ese mundo las cosas no funcionan como en éste, pero no espero que lo entienda un estúpido idealista como tú. Ahora déjame ir!"--Severus intentó forcejear con él, pero Shigeo era más fuerte y no podía librarse de él usando sólo una mano.
“Dioses, y se supone que quienquiera que fuese es su amigo... Si me tomara a mí no sé que—Pero espera, que estamos hablando de un mortífago, alguien acostumbrado a torturar...”—dijo Shigeo,
El rubio estaba espeluznado por lo que había visto, pero sobre todo, por lo que había deducido. Quizá hubiera sido algo digno de imaginar riendo con una buena cerveza de manteca en
Hogsmeade, pero no tratándose de la realidad.
Pero yo nunca torturaría a mordisc-- El hilo de su pensamiento se vio cortado por la contestación de Severus.
--"Ah, sí? Es cierto... ustedes sólo apuñalan por la espalda"—replico Snape.
--"Qué quieres decir?"—le dijo Shigeo.
--"Tú y los tuyos hacen las cosas de forma que parece que está justificado, encubriéndolas con palabras bonitas y actos heroicos. Ellos simplemente hacen lo que creen que tienen que hacer y dan la cara"—dijo Snape con ira.
--"Así que somos todos igual de malos eh? Y tú dónde se supone que estás en todo esto? O es que para ti no se aplican las reglas, jodida serpiente traicionera?"—le dijo Shigeo sacado.
Snape agarró el jersey de Shigeo con la otra mano, dándole igual ya que le viera o no .
--"Aún no te he traicionado, así que guárdate ese insulto hasta entonces"—le dijo Snape.
--"Ohh disculpa! No quería ofenderte... --dijo sarcástico el rubio
--Pero aún no respondes a mi pregunta"—le dijo Shigeo.
--Porque no le cuentas a tu prima la verdad sobre tu relacion con el Sr. Matsumoto—le dijo Snape con ironia.
La chica iba a lanzarles unos cuantos conjuros para cumplir con su anterior amenaza cuando las palabras de Snape le hicieron fruncir el ceño más de lo que ya lo tenía. Que le contara la verdad sobre Matsumoto...? Que ella supiera Shigeo comenzo su relacion con Takeo después de dejarla...
--"Expelliarmus!!" --Gritó lanzando el conjuro entre los dos de modo que cada uno saliera disparado a lados opuestos.
Shigeo acabó en mitad del pasillo y Severus quedó en la pared donde el otro le había tenido arrinconado.
--"De qué esta hablando Snape? Shigeo!! --le gritó apuntándole con la varita al ver que intentaba levantarse-- Qué verdad sobre Takeo y tu?"—dijo Akane intrigada.
Snape intentaba recuperar la respiración
Shigeo, que también jadeaba, apartó los ojos de su prima mientras se pintaba en su rostro la culpa
"--Qué hiciste Shigeo? Qué tienes que contarme!"—la chica anduvo hasta él y se arrodilló a su lado, tomándole del mentón para hacer que le mirara.
--"No me digas que el verdugo se ha convertido en reo..." –dijo Severus,
"Cállate Severus! --le dijo Akane sin apartar los ojos de su primo-- Dijiste que Takeo y tu se habian puesto de novios después que me dejaste, verdad Shigeo... Shigeo, maldicion, contesta!!"—le dijo Akane molesta.
"No quería que te enfadaras conmigo pero te menti yo y Takeo ya eramos amantes en Japón y de causalidad nos volvimos a encontrar aqui--gimió, y vio las cejas de Akane arquearse sobre sus ojos. La chica se le quedó mirando unos momentos sin decir palabra y luego le soltó lentamente.
--"Cómo pudiste...? "--Susurró
--"Lo... lo siento! no te lo dije porque no queria que sufrieras"—exclamo con tristeza.
--"Cuántas veces? CUANTAS VECES TE DIJE QUE SI NO ESTABAS FELIZ A MI LADO ME DEJARAS EN PAZ Y TE MANDARAS A MUDAR CON TUS AMANTES, QUE NO TUVIERAS LASTIMA DE MI... Y SIEMPRE VOLVIAS A MI DICIÉNDOME QUE ME QUERIAS, ERES... ERES UN BASTARDOOO...MENTIROSOOO-- le dio un empujón que le devolvió al suelo y se levantó de su lado, respirando agitadamente.
--Vamos Severus te llevare a tu cuarto, asi te curare esas heridas—le dijo dulcemente Akane a Snape que se encontraba recostado sobre la pared no sabia porque pero ese tono dulce no le gustaba nada.
Severus no dijo nada en todo el trayecto solo se limito a caminar.
Cuando llegaron al cuarto Akane lo apoyo sobre su cama dijo unas palabras y aparecio un maletin de primeros auxilios, lo abrio tomo un poco de algodón lo mojo con alcohol y lo puso sobre sus heridas del brazo.
--Auchhh...—se quejo Snape.
--QUE SUERTE QUE TE DUELA, ASI SIENTES LO QUE YO EN ESTE MOMENTO—dijo Akane con furia contenida y un evidente rencor en sus ojos.
--Akane yo ...—intento decir pero la vergüenza lo freno.
--PORQUE TU TAMBIEN ME MIENTES PENSE QUE ERAS DIFERENTE A EL, POR LO MENOS CON SHIGEO SABIA A QUE ATENERME PERO CONTIGO YA NO LO SE—dijo Akane confundida y molesta.
--ESAS MARCAS EN TU CUELLO Y BRAZOS NO SON DE UNA TORTURA COMUN, QUIEN LO HIZO SIENTE GRAN ATRACCIÓN HACIA TI.... ES OBVIO QUE QUIEN LO HIZO PRETENDIA TOMARTE CON O SIN TU CONSENTIMIENTO, SI ES QUE NO LO LOGRO—dijo Akane tomando con fuerza el rostro del profesor.
Severus solo podia mirarla con pena estaba como ido no podia contestarle era tan humillante lo que le habia pasado nunca lo diria.
--VAMOS RESPONDEME DI ALGO, CON QUIEN ESTUVISTE, CON QUIEN ME ENGAÑASTE TU TAMBIEN, SABES QUE PUEDO SACÁRTELO A LA FUERZA—le dijo Akane amenazándole con usar legilimancia.
Severus ya no podia mas y sin querer contener un minuto mas su dolor lo dijo era inútil mentirle sabia que podria sacarle cualquier cosa de la mente si queria era un auror poderoso aunque se viera aparentemente tan debil.
--ESTUVE CON LUCIUS EN SU MANSIÓN, EL MUY DESGRACIADO SE APROVECHO DE MI A CAMBIO DE LA CURA PARA MI BRAZO, EL MALDITO JUGO CONMIGO COMO LO HACIA 15 AÑOS ATRÁS CADA VEZ QUE SE LE ANTOJABA...—dijo Snape con furia contenida mientras lagrimas de impotencia caian por su cara.
--¿¿¿Qué Malfoy hizo que???—dijo Akane frunciendo el ceño tratando de asimilar la información que entraba por sus oidos.
--Y YO COMO UN IDIOTA VOLVI A OBEDECERLE COMO UN PERRITO, AHORA ESTAS SATISFECHA, YA SABES LA VERDAD ASI QUE YA PUEDES IRTE DE AQUÍ, DEJAME SOLO—dijo Snape avergonzado de si mismo.
Akane bacilo por un minuto pero de ninguna manera dejaria al hombre en ese estado y se acerco a él que se tapaba el rostro con las manos y le abrazo.
Snape sorpendido por su actitud tambien la abrazo aferrándose a ella como si eso dependiera de su vida.
--No sientes asco de mi, no quieres alejarte soy un remedo de hombre, no te merezco, no se si pueda...—dijo Snape llorando con mas fuerza.
--No digas estupideces, como crees que me darias asco, acaso piensas que el amor que te tengo solo se limita a lo que puedas o no darme en la cama—dijo Akane con dulzura—Te amo Severus y eso va mas alla de todo, es un sentimiento tan profundo que soportaria cualquier cosa por ti,creo que ya te lo he demostrado con Peter —dijo Akane mirándolo a la cara mientras lo acariciaba con ternura y sin querer se le caian unas lagrimas al ver el dolor de su anhelado Prof..
Akane se acomodo en el respaldo de la cama y Severus se abrazo a ella apoyando su cabeza en el pecho de esta uqe le acariciaba el cabello revuelto.
Cuando Snape se calmo un poco continuo su relato.
--Lucius siempre me trato como a su mascota, desde que tenia 15 años lo hace, pero cuando conoci a Sara por alguna razon se calmo y dejo de buscarme aunque yo tampoco lo hubiera permitido, habria preferido morir a que seguir con ese suplicio. Pero nunca olvide lo que hizo en esos 3 años, Sara no lo sabia no tuve el valor de contarle, y cuando murio me di cuenta que no podia seguir asi, debia hacer algo para enfrentarlos, y fue cuando Albus me tendio su mano confiando en mi y dándome un puesto en el colegio a cambio yo prometi ayudarle a vencer a Voldemort pero....—y sin querer las palabras lo ahogaban no podia seguir mas las lagrimas no dejaban de salir .
--Esta bien Severus entiendo no digas mas, perdoname no quise lastimarte pero es que odio la mentira , solo abrazame fuerte y llora todo lo que necesites aquí estoy para ayudarte amor—dijo Akane con voz tranquila tratando de ocultar su ira.
Después de un rato ella volvio a intentar curar las heridas que le habian quedado al hombre.
Con cuidado retiro la capa que cubria su cuerpo y las sobras de su camisa blanca empapada en sangre, estaba lleno de moretones y rasguños lo cual hizo que Akane se enfureciera.
--Maldito desgraciado mira lo que te hizo—dijo Akane mientras lloraba y con dulces besos trataba de curar las heridas del alma de Snape.
Severus se lamentaba en silencio pero los besos de su amada lo reconfortaban y borraban de a poco las marcas del sacrilegio.
--Curare—susurro Akane posando su mano sobre el estomago de Snape y al instante empezaron a desaparecer las marcas que alli estaban, lo mismo hizo con las del brazo y las de su cara(la magia de curación milenaria que Akane usaba tardaba en hacer efecto pero era mas efectiva que la inglesa).
--Severus debo—dijo Akane ruborizándose sin querer.
--Adelante—le dijo Snape.
Al recibir la aprobación de Severus, Akane lo despojo de su pantalón rasgado por las manos de Lucius.
No pudo evitar sentirse conmocionada por verlo casi desnudo pero calmandose se limito a curar sus piernas y luego lo ayudo a vestirse con su pijama verde.
Snape que estaba en silencio la miraba con ternura ya que sus fundamentos eran infundados como pudo pensar que ella no lo entenderia si era la persona mas dulce que habia conocido capaz de perdonar al mismo diablo si este mostraba arrepentimiento, era la persona mas inocente que habia conocido eso lo emocionaba y lo aterraba no queria hacerle daño con su oscuridad.
--Ya esta listo para dormir, me quedare aquí en este sillón , no me iré y nada en el mundo hará que cambie de opinión—dijo con decisión.
Snape que ya se sentia mucho mejor( la magia de curación estaba haciendo efecto),levanto su cobija y su sabana .
--Ven—dijo sonriendo por primera vez en toda la noche.
Akane con un poco de verguenza se quito la capa que la cubria y dejo ver la pijama que llevaba era de dos piezas de color rojo escarlata muy a lo Griffindor.
--Soy tan tonta— murmuro y se ruborizo al sentir la mirada de Snape.
El profesor se permitio olvidar por un momento lo pasado y le respondio con una risa suave.
Akane estaba tan nerviosa que temblaba se recosto a su lado abrazandolo y el la atrajo hacia si abrazandola estrechamente.
La calidez y la amabilidad gradualmente calmaron a la chica.
-Te quiero - murmuró Snape tranquilizador, y Akane rodeó con sus brazos el pecho de su pareja, y sin poder resitir la tentación de tenerlo cerca comenzó a acariciar la espalda del hombre entre sus omóplatos, pero al darse cuenta de lo que estaba haciendo se detuvo.
--Lo siento, me siento una tonta no quiero incomodarte es que no pude evitarlo—le dijo Akane con tristeza.
-No te detengas- Snape se acurrucó más cerca-. Es agradable. Cálido- añadió, por si acaso.
Por un momento, Akane estrechó su abrazo alrededor de él, acto seguido con un movimiento de su mano desaparecio su pijama y la del profesor.
- Generalmente, la gente piensa que el sexo es sólo lujuria, pasión y orgasmo, o quizás un arma útil para conseguir ciertas cosas, y nada más. Pero están equivocados. El sexo también puede ser dulce y confortante. Hacer que tu pareja incluso se sienta mucho mejor, segura. Puede ser una manera de mostrar afecto y amor.
Eso es a mi parecer hacer el amor y es algo que él nunca podra lograr tener...—dijo Akane mirando a Snape con amor.
-Necesito que me hagas olvidarlo- murmuró Snape, y sus roces en la espalda de Akane fueron más largos y sensuales, pero no intentó tocar al chica en ningún lugar ‘inapropiado’, de modo que Akane comenzó a imitarlo mientras le besaba dulcemente para no lastimarle el labio recien curado, dejando que su mano acariciara la espalda y el costado del mago, y más arriba, su garganta, su rostro, y entonces Snape suspiró con placer y cerró los ojos. Esto animó a la Gryffindor, lo suficiente como para continuar su trazado, retirándose ligeramente con la intención de dar a su mano un mayor acceso mientras besaba de a poco su cuello. El brazo de Snape, que estaba debajo de la cabeza de Akane, se movió lentamente hasta que la cara de la chica descansó sobre su palma, y los largos dedos se deslizaron en su despeinado cabello, mientras la otra mano se deslizaba por sus caderas y acariciaba el prominente hueso. Akane tembló, pero no detuvo su mano.
Luego Snape acarició más abajo, y más abajo, hasta tocar la parte de atrás de sus muslos y Akane volvió a temblar, pero esta vez no por nervios. Su boca estaba seca, y su mano comenzó a explorar el estómago del hombre (estaba tan delgado, pensó con un golpe de
preocupación), e inesperadamente, golpeó contra algo y se ruborizó.
Pero Snape se limitó a sonreír.
-Sigo Adelante-dijo cuando el hombre no se movió como esperando algo.
Snape asintió con la cabeza.
Akane aunque no era una experta en esto no iba a permitir que su ignorancia la frenara asi que bajo su mano y la colocó en el miembro semi-erecto-. No lo olvides: hacemos esto por amor. No por lujuria, ni como un arma, sólo consuelo. Purificacion.
La mano de Akane acarició su dureza tentativamente, y el hombre
suspiró una vez más. La chica observaba su rostro asombrada.
Los rasgos duros habían desaparecido, dando lugar a otros, suavizados por emociones: paz, alegría, ¿deleite?. Animada por su expresión, nuevamente acaricio el pene y los muslos de Snape, leve y cariñosamente.
--Anhele esto desde el primer momento en que te vi—susurro Severus y de repente, giró sobre su espalda, atrayéndola más cerca y abrazándola tan estrechamente que Akane apenas podía respirar. Una lágrima solitaria corrió desde la esquina de su ojo cerrado hacia su sien y desapareció en su cabello, al mismo tiempo que su cuerpo delgado se estremecía. ¿Snape estaba llorando de nuevo?
Akane deslizó su mano y tocó ligeramente el hombro del mago. El
abrazo se estrechó y la chica sintió como su dureza presionaba su estómago.
Ella corrió un dedo por el rastro de la lágrima, se acostó cuidadosamente sobre él, casi cubriendo el cuerpo del hombre con el suyo.
-¿Está todo bien?- le preguntó dulcemente y el delgado cuerpo se
estremeció nuevamente.
-Sí- las piernas de Snape se entrelazaron con las de Akane, sus
brazos rodearon su pecho y enterró su rostro en su hombro. Por un
momento, ambos permanecieron inmóviles, disfrutando la cercanía.
Luego Snape aflojó su abrazó, y Akane acarició su costado y se deslizó entre sus piernas, acariciando y lamiendo sus caderas, muslos, y después de una pequeña vacilación, su inmóvil pene erecto. Luego, con una idea repentina, hizo aparecer un poco de aceite en su palma, lo entibió, y al instante su mano se cerró en torno al miembro de Snape.
Nunca antes había hecho esto, pero tomando valor nuevamente dejo volar su intuicion. Movió su mano suavemente, arriba y abajo, tratando de recordar como a su antecesor le gustaba y haciéndolo de ese modo, mientras con su otra mano, acariciaba cada parte de cuerpo que podía alcanzar.
Snape suspiró nuevamente, pero no se movió ni limpió las delgadas y
brillantes huellas de sus sienes. Finalmente, un tanto nerviosa,
Akane retiró la mano de la suave dureza y acercándose a su rostro
tragó, y con decisión y ansiedad, susurró:
-Quiero sentirte por completo...—
-Yo….- vaciló, pero Akane no esperaba que terminara la oración.
--Adelante. No me vas a herir—explico Akane al ver la cara preocupada de su amante el aun tenia miedo.
Severus rodo y se coloco sobre la chica besando su pecho mientras que con una de sus manos recorrio su cuerpo acariciandolo hasta llegar a su entrepierna donde introdujo en su preciado tesoro lentamente uno de sus dedos.
--Te sientes bien—susurro.
--Si, continua no pares...--.
Así que continuó. En realidad, sus dedos en ella, su alumna, se
sentían casi tan bien como tener su pene en el estrecho canal:
abrazaba el dedo de Snape y lo rodeaba, como en sus abrazos.....y él acariciaba a Akane ahí, con un dedo, y luego otro......
-Estoy lista- escuchó una voz susurrante, y levantó la vista.
Akane empujó sus rodillas casi hasta los hombros y las mantuvo en esa posición, hasta que la situación resultó obvia.
Snape, con su conocimiento adquirido por años de experiencia, acarició los muslos y las nalgas, y apoyándose con una mano en el hombro de su compañera, entro cuidadosamente en ella.
No era su primera vez, y sin embargo, parecía tan diferente, ahora
era una sensación completamente distinta, más completa. Nuevamente había sido encerrado en un fuerte abrazo, las dos fuertes piernas rodeando su cintura, y Snape, completamente seguro de cómo moverse en esta posición, bajó hasta apoyarse sobre sus codos e hizo un movimiento tentativo. Parecía que todo estaba bien, así que comenzó a moverse lentamente, imaginando que estaba acariciando el interior de Akane con su dureza, con largas y relajantes embestidas, mientras movía una mano acariciando todo lo que alcanzaba: brazos, hombros, senos, caderas, muslos.
Capitulo 9
Las lagrimas de la serpiente
"Bienvenido a mi casa una vez más, Severus" Lucius sonrió mientras estrechaba sus ojos claros desde su enorme cama, hecha con las sábanas más suaves y una colcha bordada y muy cara que calentaba según la necesidad del que la usaba.
Estaba vestido con un pijama verde oscuro y blanco de algodón y recostado entre varios cojines, su pelo rubio largo y liso cayéndole sobre los hombros en cascada
Severus recordaba bien aquella habitación. Amplia, de forma casi circular, los aposentos del matrimonio Malfoy tenían el suelo de mármol veteado en verde, con los muebles de madera noble en tono oscuro repletos de libros y estatuas. En una de las paredes, el retrato del abuelo Malfoy al que el mismo Lucius le había
retirado la magia para no verle moverse más y en la otra, la cama de matrimonio con dosel y cabecero negro y plateado.
Era, como el resto de la mansión, la típica decoración que puedes admirar pero donde no te atreves a poner el pie por si se estropea.
"Ven, siéntate junto a mí" Palmeó un lado de la cama para que fuera como si llamara a una mascota. El profesor sopló. Si algo había odiado profundamente cuando era joven era la costumbre del rubio de considerarle su animal de compañía. Quizás cuando era joven y las cosas eran distintas lo había... tolerado, pero no más. No volvería a ser su perrillo faldero. Jamás.
--"Prefiero sentarme aquí si no te importa, Lucius --dijo tomando una butaca hermosamente tapizada y acercándola a la cama.
-- Dime, para qué querías verme? Hoy la reunion en el ministerio, si no lo recuerdas, y debería estar allí"—mintio Snape.
--"En serio ibas a ir? --una sonrisa sarcástica se dibujó en sus finos labios.
--Todavía te conozco más de lo que crees, viejo amigo... Bien, aunque no lo creas, te he llamado para darte las gracias por salvar mi vida. Ciertamente nos sorprendiste a todos, incluso al Lord. Sabes que si hubieras sido tú en vez de yo nadie hubiera hecho nada por tu pellejo, verdad? Ah, pero quién dijo que la
vida de un traidor fuera fácil? Aunque parece que poco a poco vas volviendo a los viejos hábitos..."—dijo Lucius.
--"De qué estás hablando?" –pregunto Snape, de pronto mucho más tenso.
--"Sí, seguro que no te costó mucho traer a aquella chica. Aunque podías haber elegido una más bonita... y que no fuera sangre sucia (Lucius hizo una mueca de asco),sigues teniendo mal gusto para las mujeres"--.
--"Lucius, yo no la llevé y lo sabes"—mintio Snape.
--"Qué dices? Te vi con mis propios ojos traerla a la casa, me la diste después de atarla. Acaso te has vuelto bromista con los años?" –musito Lucius.
La sonrisa en el rostro del death eater parecía de la más pura inocencia. Un diablo sonriendo como un ángel.
--"Yo no”—intento recordar Snape.
--"Acaso vas a negarme lo que eres? --Malfoy se puso serio de pronto, sus ojos se endurecieron.
-- Hay más mal que bien en ti, Severus, cualquiera de tus alumnos
podría decírtelo...! Vas a negar también que querías matarla en el altar? el Lord Oscuro te perdonó porque sabe cómo eres, y también sabe que volverás a él, es sólo cuestión de tiempo! Y entonces trabajaremos juntos de nuevo. No te gustaría eso? Siempre hemos llevado a cabo tareas muy... satisfactorias" --su seriedad se mudó a una sonrisa viciosa.
--"Lucius....!" –dijo Snape con tono amenazador, y se puso en pie de golpe, apretando el puño izquierdo, mirándole como si así lo pudiera desintegrar
--"Quieres matarme? Supongo que con lo rencoroso que eres aún me odias... Vamos, saca la varita. Qué pierdes por probar? Lo único que puede pasar es que intentes hacerme algo, que como siempre no lo consigas y que además pruebes que yo tengo razón. En el fondo nadie sale perjudicado con ello"-- Malfoy no se había movido un
ápice de sus cojines, y de hecho parecía tan calmado y tranquilo como si estuvieran hablando de cualquier trivialidad.
Hubo un largo momento de silencio, un intercambio de miradas y de voluntades hasta que Lucius suspiró y apartó la vista con una sonrisa. Aún con la mandíbula apretada, Snape tomó asiento de nuevo. La Marca, como le pasaba de un tiempo a esta parte siempre que sentía animosidad por alguien, le escocía. Y ciertamente
no se le había olvidado cómo odiar a Malfoy....
--"El Maestro puede controlarme con la Marca?"-- Le preguntó, camuflando cualesquiera que fueran sus emociones en frialdad.
--"La Marca es una forma de control por sí misma, Severus, pero no de la forma en que piensas. Si Lord Voldemort quisiera, por llamarlo así, usarte de alguna forma, lo haría de manera que lo supieras perfectamente. No es así como usabas tú el Imperius? No es eso lo que lo hace divertido?" --De nuevo sonrisa y alzamiento de cejas. Snape miró al suelo, a la cara alfombra tejida a mano bajo la cama de matrimonio
--"Si no es el Maestro, entonces la Marca por su naturaleza puede incitarme a matar?"—pregunto Severus.
Lucius agitó la cabeza .
--"En estos años se te han olvidado muchas cosas, pero creo
que tengo algo que podrá ayudarte a descubrir las respuestas a las preguntas que no te atreves a hacerme... Sí, creo que te irá bien..."
--dijo Malfoy con lujuria en su voz.
--"Tengo que volver a Hogwarts. No debería estar aquí"-- Dijo con algo de lentitud, sintiendo realmente que de todos los lugares aquél se estaba volviendo el menos recomendable.
--"Ahahahah! No tan aprisa. Lo primero es responder tus dudas. Si no me equivoco, por eso es por lo único que has venido a mi casa –suspiró—Además, son mis ojos o es que no has encontrado cómo romper *tu propio* hechizo?"--.
A pesar de que sabía que tarde o temprano se lo restregaría, Snape no pudo evitar gruñir y fulminarle con la mirada
--"Bien, no te preocupes por eso... Te devolveré el favor. Después de todo, los amigos estamos para ayudarnos..."--.
La forma en que dijo esa palabra hizo que el más joven de ambos rechinara los dientes. Amigos? Lo decía en serio? Tanto cinismo sólo podía venir de él.... Qué es lo que sacas esta vez por ser mi “amigo”, Lucius? Qué es lo que te han prometido a cambio?! .
El profesor se instó a calmarse. No tenía sentido echarse las manos a la cabeza, después de todo había elegido ir por su propia voluntad sabiendo de sobra cómo era su anfitrión.
Lucius se levantó de la cama, su pijama perfectamente estirado delineando el cuerpo bien moldeado. No había en su lado izquierdo nada que delatara lo que le sucedió al recibir de lleno el ataque que Lupin le acerto al abrirse paso en el redil, aunque seguramente eso le hubiera costado lo que el profesor ganaba en un año para pagar al mejor medimago de Londres.
--"Sí, guardo cama porque me apetece. Es una buena forma de tener vacaciones" --Sonrió ladino mientras se ponía un batín y se calzaba zapatillas suaves y esponjosas. Aunque no hubiera sido así, aunque hubiera tenido que guardar cama por necesidad, Lucius Malfoy jamás lo habría reconocido.
--"Vamos, sígueme. No me sé el conjuro, tendremos que ir a mi biblioteca" –dijo Lucius.
Tocó una esquina de una de las librerías que adornaban la gran habitación y una parte del muro se contrajo, dando paso a un corredor.
--"Sigue activándose donde entonces..."—dijo Snape con ironia.
--"Ya veo que lo recuerdas bien... Espero tener algo que te sorprenda aún después
de todos estos años, Sev"—dijo Lucius con picardia.
Snape no fue capaz de ver la mueca en la cara del anfitrión, y esperó que él tampoco fuera capaz de ver su disgusto hacia el único diminutivo cariñoso que nadie le hubiera puesto jamás, su nombre de mascota.
Los adultos anduvieron por el oscuro corredor y bajaron un par de escaleras sin ver dónde ponían el pie pero sin vacilar después de años haciendo el mismo recorrido
La biblioteca se iluminó de tenue anaranjado cuando pusieron el pie en ella. Las paredes, altas, estaban recubiertas de estanterías enormes llenas de libros de las temáticas más diferentes, aunque la mayoría referentes a las Artes Oscuras.
Libros que, si no eras lo suficientemente poderoso, podían destruirte. Pero Lucius no tenía ninguna clase de problemas para dar rienda suelta a su poder y ordenarles que hicieran justo lo que él quisiera. Siempre que quería algo lo conseguía, doblegando al otro a su voluntad fuera quien fuese, libro, mago, muggle, hombre o mujer. Nadie le decía que no a Lucius Malfoy, y nadie con asomo
de inteligencia se atrevía a ello.
--"Ven, ven... voy a llevarte a que veas algo mientras encuentro el conjuro. Así no te aburrirás esperando... Vamos, sígueme"-- Le indicó una puerta que antes no estaba allí y que se abrió al susurrarle una palabra. Severus vio que el rubio
llevaba consigo su varita y se detuvo.
--"No te fías de mí? Sev--suspiró y se colocó el pelo tras las orejas, sintiendo la ardiente mirada del profesor en su persona. Una vez más había dado de lleno en el blanco- Por ahí te llevaré a mi sala más preciosa, la de los objetos arcanos... Seguro que a Dumbledore le encantará saber qué es lo que tengo.
--Vamos, entra"-- Y esta vez fue una orden
Las luces de la nueva habitación revelaron el contenido digno de un museo. Había muchas cosas, todas oscuras, poderosas, y malignas, y algunas tan perfectas que merecían que las alabaran a pesar de sus orígenes. Algunas eran simples objetos muggles malditos, y otros eran desde luego instrumentos mágicos. Incluso llegó a
reconocer algunos de ellos, puesto que los habían usado alguna vez. Eran buenos instrumentos de tortura, recordó, y esto fue suficiente como para hacer que se colocara en mitad de la habitación y no mirara a ninguna parte en especial.
Pronto volvió Lucius moviéndose silencioso y con elegante estilo de gato, con la varita en una mano y un grueso libro marrón en la otra
--"Veamos... --lo dejó sobre una carísima mesa de madera de ébano y comenzó a pasar las páginas rápidamente—Éste es... –repasó el conjuro, pasando el dedo sobre las líneas que debía memorizar varias veces y por fin utilizó la varita, ejecutando
un extraño movimiento. Nada sucedió.
—Mmm... No parecía tan difícil... probaré otra vez" --Volvió a leer con cuidado la entonación y ensayó mentalmente la forma que había
de darle con la varita. Levantó la mano izquierda como en libro y cerró los ojos, agitando la varita con delicadeza y buen ritmo, repitiendo el dibujo que veía en su mente.
Surgió un rayo rojizo de la punta de madera y se estrelló contra su mano, envolviéndola en una llamarada que no le producía ningún daño.
--"Acércate, Severus..."-- Dijo lentamente con voz sedosa.
Snape había seguido todo el proceso sin perder detalle y ahora tenía los ojos fijos en el rostro del rubio, en la expresión dibujada en su rostro. En esa media sonrisa enseñando sus dientes blancos y perfectos, en su ojos entrecerrados, brillantes. Había visto esa mueca antes. La había experimentado varias veces. Y siempre, siempre, había traído mucho dolor con ella.
"Acércate...!" Esta vez fue un rugido, una orden. Estiró el brazo hacia él, y el profesor retrocedió. Lucius perdió la paciencia y se abalanzó sobre él, agarrándole el brazo derecho con su mano llameante y apretando con fuerza.
El fuego no quemaba, pero un calor vivo e intenso le recorrió el brazo desde la mano de Lucius hasta la suya, haciendo que el hechizo de helar fuera perdiendo poder. La sangre comenzó a fluir de nuevo y el dolor hizo presa de su brazo hasta el hombro, todos los nervios gritando de golpe al reanudarse la vida.
Snape intentó soltarse, dio pasos atrás, tambaleándose y gritando de dolor, y Malfoy le siguió, siempre mirándole con ojos de depredador. La manga bajo su mano se empapó de sangre saliendo de las heridas sin cerrar, mojando los dedos que le aferraban con fuerza.
Las rodillas dejaron de poder sostenerle, y con un fuerte empujón Lucius le lanzó contra la pared por la que resbaló hasta quedar de rodillas. El rubio se agachó a su lado y se sujetó en su hombro, sintiendo al momento una mano de hierro aferrarse a su brazo, crispada, arañándole aún a través de la bata, del pijama. Severus gemía, apretaba los dientes, se mordía el labio, convulsionándose de dolor bajo las manos del mortífago.Se arrodilló y le apretó contra la pared para mantenerle quieto y poder callar su agonía con más facilidad. Le besó con pasión y brutalidad, mordiendo,
robándole la respiración, ahogándole, saboreando la sangre que él había ayudado a verter mientras clavaba los dedos con fuerza encima de su clavícula. El profesor le aferró con más fuerza, sus ojos oscuros abiertos de par en par mirando a los pálidos del lord que se entrecerraban con lujuria. Jadeaba sin respiración cuando Lucius se apartó de su boca y delineó su mandíbula con la
lengua hasta llegar a su oreja.
La expresión de Malfoy se suavizó un poco al acercar su rostro al del otro hombre. Su mano acarició levemente su mejilla "Sev... estás tan irresistible..."
El dolor en el brazo era horrible, su mente estaba embotada por la intensidad en sus sentidos, todo se agitaba frente a sus ojos... y tenía a Lucius sobre él haciéndole suyo una vez más con aquél salvaje y frenético sadomasoquismo. Era esa brutalidad en su ser la que hacía de Malfoy un amante tan especial y deseado.
Severus intentó apartarse de él, algo en su interior aún tenía fuerza para gritarle que no se dejaria violar, pero lo único que consiguió fue que Lucius le partiera el labio de una bofetada que le ladeó la cabeza "Nadie... nadie me dice que no..." Susurró amenazante en su oído antes de besarle de nuevo tan
salvajemente como la vez anterior
Con un rugido el rubio se separó una vez más, su pálido rostro manchado con sangre, y le apretó con el pecho contra la pared hasta dejarle casi sin aliento, frotándose contra él después con lujurioso vaivén. Besó su frente, su pelo negro y revuelto, sus mejillas húmedas y saladas y bajó hasta su cuello, que lamió y
mordió con pasión. Snape se agitó bajo él, gimiendo de dolor.
Lucius encontró frustrante la cantidad de ropa que el profesor llevaba, y de un tirón desabrochó buena parte de la chaqueta negra y rasgó sin miramientos la suave camisa blanca que había debajo, exponiendo así parte del pecho del otro hombre antes de lamer, besar, morder y arañar la suave piel.
Lucius puso la mano en lo desnudo de su pecho y fue bajando hasta la entrepierna, donde apretó con fuerza su dureza, lo que le hizo gemir de dolor . "Ah... si no tuvieras que volver a Hogwarts, Sev..."
El dolor que sentía en el brazo había dejado de ser insoportable –aunque su mente, ocupada en otros asuntos, no sabía cuándo había sucedido semejante evento- y su cerebro iba esclareciéndose lentamente. El profesor echó la cabeza hacia atrás, dejando que se apoyara contra la pared y apretó los ojos con fuerza al sentir que las mejillas le ardían. Lloraba en silencio y ya no de dolor, sino por su dignidad hecha pedazos al haber sido tan arrogante de pensar que no podría dejarse manejar por Malfoy. Por muchos años que pasaran nada podría cambiar que fuera su juguete sexual, que le siguiera a donde ordenara, que obedeciera sin rechistar... Y sin obtener nunca nada a cambio excepto cicatrices y traiciones. Aún a pesar de ya no ser tan ingenuo como de joven y de saber de
sobra que nada bueno puede venir de ese hombre si no es odio, el pecho dolía como entonces, cuando Lucius era merecedor de toda su confianza y admiración y le usó en su beneficio, cuando le violó la primera vez o cuando le torturó y le obligó a matar a la única amiga que le quedaba...
El lord se detuvo al ver que su amante ya no experimentaba aquél dolor espantoso que él mismo había tenido que sufrir en sus propias carnes. Besó sus lágrimas y sus labios partidos con suavidad para apoyar después el mentón sobre su hombro y la cabeza en su cabeza.
--"Shh... lo peor ya pasó, Sev... --le susurró al oído, acariciando su pelo con una dulzura que parecía imposible con lo que había demostrado .
--Creo que ya puedo curarte las heridas... Accio, varita" Dijo, y le soltó el brazo herido
--"Eres un jodido degenerado , violador hijo de puta..."-- Susurraba el hombre de oscuro intentando normalizar la respiración y recomponer del golpe a su de por sí baja autoestima
--"No me digas que no te ha gustado...--se rió suavemente, poniendo en práctica sus conocimientos de medimagia. No era un experto, desde luego, pero al aprender tantos métodos de tortura y dolor también había aprendido bastante sobre como curar, sobre todo, heridas de guerra.
—“Pensé que después de tantos años sabrías apreciarlo..."—dijo Lucius.
--Algún día te mataré por todo lo que me has hecho
pervertido..."--Murmuró Snape con amargura y rencor, los ojos fijos en las cicatrices que le estaban quedando.
--"Todavía que lo hice para distraerte del dolor.... El mundo está lleno de desagradecidos --agitó la cabeza mientras terminaba con su quehacer .
-- Antes de que te vayas te enseñaré mi más reciente adquisición, el artefacto que te ayudará con tus preguntas" –dijo Malfoy.
--"No quiero que me ayudes más" --
--"No es un ofrecimiento, Severus"-- El rubio le miró por encima del hombro con los ojos grises centelleando antes de señalar algo bastante grande cubierto con una tela oscura y opaca.
Snape se acercó y Malfoy quitó la sábana de un tirón, dejando ver un espejo enmarcado en oro con relieves serpenteantes. Se acercó al espejo con una media sonrisa y se paró frente a él, observándose cuidadosamente.
Severus también contemplaba la escena con cuidado, aunque a una distancia algo más prudente. El reflejo mostraba al lord, su pelo rubio, su sonrisa sarcástica, su pijama y su bata de seda ahora algo más arrugados... hasta que se cubrió con una oscura bruma que parecía tener vida propia, puesto que se agitaba dentro del
espejo.
Aquella nube comenzó entonces a tomar forma y fue entonces que Lucius puso su mano sobre la superficie de cristal, cerrando los ojos. Cuando la retiró sonreía orgulloso de sí mismo
--"Ahora hazlo tú"—le ordeno a Snape.
El profesor no entendía lo que había pasado, pero estaba seguro de que aquél artefacto rezumaba Magia Negra por todos los poros. Se apartó el pelo de la cara sin quitar la vista del espejo que parecía inofensivo y, reconsiderando sus opciones se dio cuenta de que no tenía más remedio que volver a obedecer.
Se colocó frente al artefacto, y el cristal le devolvió su reflejo. Su ropa rasgada, sangrienta, su aspecto desaliñado, todo lo contrario al del otro hombre. Una vez más en su vida se preguntó por qué al perfecto Malfoy le gustaba jugar con él, Quizás fuera morbo? Quizás por demostrar su superioridad? O sólo por molestar?
Hubiera podido seguir divagando, pero el espejo se llenó de bruma oscura y bullente. Puso la mano sobre la fría superficie y cerró los ojos.
No hubieron pasado más que unos segundos cuando con un grito la quitó como si se hubiese quemado y dio varios pasos hacia atrás con la expresión desencajada.
Malfoy se rió entre dientes y se acercó a la temblorosa figura que se apoyaba en la pared con los ojos fijos y horrorizados puestos en el espejo
--"Qué viste? Cuéntamelo"—le dijo Lucius con ironia.
Pero Severus no encontraba las palabras ya que su mente seguía viendo las imágenes del espejo. Se pasó una mano por el rostro y la detuvo unos segundos sobre su boca. Agitó la cabeza varias veces ----"No...no... yo no..."--
--"Tú no... eras ese? --Lucius puso una mano en su cadera.
-- No te engañes. El espejo te devuelve el reflejo del interior. Te viste a ti mismo. Sí. Ese monstruo eres tú y cuanto antes vuelvas a aceptarlo antes dejarás de sufrir por ello"—sonrio satisfecho Malfoy.
--"Mientes... Mientes!!"-- Snape se abalanzó sobre él y le lanzó al suelo de un puñetazo en la mandíbula.
--"No te das cuenta de que me estás dando la razón, idiota?"—le grito Lucius.
--"Yo no soy él... no lo soy! Y por nada del mundo vas a hacerme cambiar de parecer al respecto, Malfoy" --dijo sin que su voz se quebrara a pesar de que los brazos le temblaban aún con los puños apretados por la ira y sobre todo, el miedo.
Ese miedo que había albergado durante todos aquellos años y que siempre había apartado.
Ese miedo a que una parte de sí pudiera traicionarle ahora le perseguía como una sombra, la misma sobra que se retorcía en el espejo.
Realmente era aquella era su verdadera naturaleza y no podía renegar de ella por más tiempo? Había disfrutado matando y había secuestrado a aquella chica arrastrado por la oscuridad de su alma?
Era esa la respuesta a sus preguntas??
Y si esa oscuridad le pedía más, qué podría hacer él?
La expresión de Lucius era la de un padre que suspira con una paciencia infinita.
--"Como quieras, Severus, aunque lo único que conseguirás será hacer las cosas más difíciles..."—dijo Malfoy.
*****************Mientras en el colegio.******************
Akane se preocupada por Snape estaba buscándolo por todo el castillo y vio un gran ventanal abierto de par en par por el que se colaba una brisa nada cálida.del tercer piso estaba abierta.
--Qué hace esa ventana abierta con el frío que hace fuera?"--
Akane se acercó hasta la susodicha y, cuando quiso cerrarla una
pequeña sacudida eléctrica hizo que se apartara de allí bien rápido. Aún se estaba cuestionando qué había pasado cuando escucharon un *plop* y una vocecilla muy conocida
--"No puede cerrar la ventana, Srta. Zeen. No está permitido a
nadie tocar esa ventana, no, no " Le dijo Dobby mirándola con sus
enormes ojo.s
--"No está permitido cerrar la ventana? Por que, Dobby?"—le pregunto Akane.
--"Dobby sólo cumple órdenes, Srta. Zeen, Srta. Y a Dobby se le ordenó que nadie cerrara esta ventana y Dobby cumple sus órdenes, Srta."—dijo el elfo con orgullo.
--"Y a qué mente lúcida se le ocurrió la brillante idea? Se congelará todo el pasillo a este paso..."-- Akane se cruzó de brazos, hacía realmente frío con aquella corriente.
--"Al profesor Snape, señorita, Zeen, señorita"—dijo el elfo sincero.
Akane se quedo pensativa, habia ido a su misteriosa cita el Prof. sin decirle nada, desobedecio a Albus no podia creerlo.
"Te dijo algo más el profesor Snape, Dobby?" Le preguntó Akane
"No, señorita Zeen, señorita. El profesor Snape sólo dijo que nadie cerrara la ventana, señorita. Dobby tiene que irse, señorita, le necesitan en otro sitio. Por favor no se acerque a la ventana"
Con otro *plop* el elfo doméstico desapareció, dejando a Akane con el ceño fruncido.
Que debia hacer decircelo al director, no no podia Snape jamas se lo perdonaria, aunque el le habia mentido estarian a mano.
--Tengo una idea mejor...—dijo en voz alta para si.
--Voy a la torre Griffindor a por la capa de invisibilidad y le esperare aquí..." --penso Akane.
Akane volvio junto a Shigeo quien se la cruzo en el camino e insistio en acompañarla no era seguro que anduviera sola a esas horas por el castillo y no iba a permitir que el viejo jugara con ella .Hubieran pasado bastante rato allí sentados hablando a susurros y comiendo buñuelos(que le habia convidado su ex-esposo) hasta que por fin escucharon un ruido y volvieron la cabeza hacia la ventana donde podían ver una silueta. Shigeo le dio un codazo a su prima para que se pusiera en pie muy despacio, teniendo cuidado de que no quedara ninguna parte de su cuerpo fuera de la capa. Shigeo saco su varita cuando Severus se coló de un salto en el castillo.
Cerró la ventana sin mucho cuidado, cosa que según Shigeo era cuestión de falta de práctica escabulléndose, y echó a andar por el pasillo escoba en mano, encogido bajo su capa. Escuchó tras de sí un ruido y se detuvo para mirar, pero no vio nada. Cuando iba a reanudar su marcha una mano sobre su hombro hizo que
soltara la escoba, que repicó al caer al suelo embaldosado.
Muy muy despacio, con el corazón latiéndole muy deprisa, el profesor volvió a mirar atrás. Nada. Pero había sentido una mano! Miró a todos lados sin moverse del sitio y dio un respingo cuando el par de primos se apareció delante de él con las varitas alzadas.
Una parte de él respiró aliviada, puesto que aún no se volvía loco del todo. La otra perdió la respiración de golpe.
--"Qué demonios le ha pasado?"-- Fue la pregunta que dejó escapar Shigeo mientras ambos le miraban con los ojos muy abiertos. Severus agarró su capa y se tapó lo desgarrado de su ropa, pero ya lo habían visto. Además no podía ocultar de ninguna manera la sangre. Demonios, había sido tal la necesidad de salir de la
mansión Malfoy que no se había parado a adecentarse...
--"Dónde has estado? Severus"—le pregunto Akane seria.
--"Estuve buscando un ingrediente en el Bosque Prohibido"-- Mintió, aunque sabía que no le creerían. En su lugar, él tampoco lo hubiera hecho, pero al menos ganaría un poco de tiempo para
sosegarse. Todavía le duraba el shock del espejo...
Shigeo se echó a reír --"Hasta mi abuela miente mejor"--.
--"Sabes que no puedes salir de Hogwarts, Severus. Por qué has desobedecido al Director Dumbledore?!—dijo Akane afligida.
Le había prometido que no haría nada malo... y ahora ellos le dirían que se había escapado de Hogwarts! Sus manos juguetearon nerviosamente con la tela negra
--"Tenía que irme. Era importante"—dijo a la chica con tristeza.
--"A dónde?"—le pregunto Akane comenzando a enojarse.
--"No puedo decirlo"—respondio Snape mirando con pena a Akane, no le gustaba mentirle pero la realidad era demasiado dolorosa.
--"Y tampoco lo que te ha pasado? Por cierto... tu brazo se ve considerablemente mejor que ayer..."—dijo inquisidoramente Shigeo.
--"Poppy no era capaz de dar con el contrahechizo así que lo busqué por mi cuenta y tuve que ir a buscarlo. Satisfecho?"—le respondio al rubio.
Shigeo ladeó la cabeza y entrecerró los ojos.
-- "No. Si fuera así el director Dumbledore lo hubiera sabido y no te hubieras escabullido por una ventana"—dijo Shigeo con seguridad.
Akane se encogió de hombros .
--"Vamos con el Director"—dijo Shigeo.
--"¡No! --exclamó de pronto, dejándoles sorprendidos--No... Qué quieren a cambio de su silencio?"—dijo Snape desesperado olvidando con quienes estaba.
El rubio arqueó las cejas y se encaró con él momentos después –
--“Quiénes te crees que somos? No puedes comprarnos, basura!!"
"Cuéntanos a dónde, por qué fuiste y qué pasó y nos lo plantearemos --Shigeo se volvió, pero Akane le mandó a callar con un gesto—
--“Piensa que nos vamos a enterar de todos modos, el director Dumbledore nos lo contará, ademas si algo me quieres como dices confia en mi, cuentamelo"—Akane le miro fijamente.
El profesor palideció y apretó los labios hasta reducirlos a una línea. Prefería que le mataran antes que contarles lo que había pasado con Malfoy!, pero Akane pensaria que no la queria si no le decia la verdad.
--"Y bien?"—dijo Shigeo impaciente.
Era su única posibilidad de que el Director no se enterara, de que aún confiaran en él. Tragó saliva y mirando a la Griffindor le dijo.
--"Fui... a ver a un conocido. Necesitaba que me diera algunas respuestas y que me ayudara con el contra hechizo que estaba buscando. Creo que conseguí lo que quería aunque, como todo en ese mundo, tuvo su precio"—dijo con tristeza recordando los atroces hechos que harían a su amada asquearse de el.
--"No sabía que una serpiente como tú tuviera conocidos.... A quién fuiste a ver?"—le pregunto Shigeo.
--"Qué más da a quién fuera a ver!"—dijo Snape molesto.
--"Si no importa entonces por qué no lo dices?!"—le replico Shigeo a punto de golpearle.
--"Si van a empezar a pelear otra vez me aseguraré de que ninguno de los dos pueda decir palabra en una semana"-- Akane les miró con una expresión muy seria agitando levemente su varita. Ambos cesaron las hostilidades aunque todavía se miraban con rencor
--"Según lo cuentas, la persona a la que fuiste a ver no debe ser nadie muy recomendable. Quizás alguien de tus antiguos amigos?"—le pregunto Akane.
--"Nunca fueron mis amigos" –dijo el profesor clavando en Akane sus ojos oscuros llenos de dolor y deshonra.
--"Tomaré eso por un sí. Pero cómo podemos saber que no fuiste por algo relacionado con Voldemort?"-- le preguntó aguantando su mirada, intentando indagar en la verdad, y no ir a abrazarlo era obvio que estaba sufriendo horrores que apenas ella podia imaginar.
--"Tienes mi palabra Akane... junto con mi corazon”—le dijo Severus con amor.
--"Y desde cuando la palabra de un Mortifago cuenta?-- Serías capaz de vender a tu madre si eso te beneficiara incluso de lastimar a la persona que mas amas..."—le dijo Shigeo enfadado por la debilidad que su prima mostraba al creerle, estaba decidido a no permitir que el mortifago la matara guiado por su descontrol.
Severus le ladeó la cabeza de un puñetazo que le tomó por sorpresa, Shigeo atino a responderle pero se detuvo al ver la cara de su prima tenia ese brillo asesino al que tanto le temian sus oponentes asi que decidio ser prudente y no desobedecerla asi que se alejo de Snape.
Snape clavó sus ojos en los de él mientras se recolocaba la capa sobre los hombros.
--Creeme nunca le haria daño—dijo Snape tratando de convencerse de ello, pues a esa altura ya no estaba seguro de nada.
Shigeo quiso responder, pero en ese momento vio algo en su antagonista que le hizo cambiar de idea.
-- "Eso... eso es un mordisco??"-- Le preguntó con las cejas
totalmente arqueadas, señalando algún punto en su cuello. Y no solo vio eso, sino también arañazos, e incluso chupetones.
Severus dio un respingo y se cubrió. Con tanto alboroto había olvidado... Agh.
La cara de Shigeo era todo un poema. Qué estaría pensando? Nada bueno, eso estaba claro.
Intentó escapar de la embarazosa situación, pero Shigeo le sujetó empujándole contra la pared con una mano en su hombro
--"Suéltame ahora mismo!" –dijo Snape mientras que con la mano que no sujetaba la ropa agarraba la muñeca de Shigeo.
Shigeo miró su mano sucia de sangre, al igual que la mitad de la manga, y luego le miró a la cara, donde se notaba claramente su
labio partido.
--"Qué... qué te han...?"-- Pero no terminó la frase.
--"Deja de mirarme así” --apretó los dientes el mago de oscuro-- En ese mundo las cosas no funcionan como en éste, pero no espero que lo entienda un estúpido idealista como tú. Ahora déjame ir!"--Severus intentó forcejear con él, pero Shigeo era más fuerte y no podía librarse de él usando sólo una mano.
“Dioses, y se supone que quienquiera que fuese es su amigo... Si me tomara a mí no sé que—Pero espera, que estamos hablando de un mortífago, alguien acostumbrado a torturar...”—dijo Shigeo,
El rubio estaba espeluznado por lo que había visto, pero sobre todo, por lo que había deducido. Quizá hubiera sido algo digno de imaginar riendo con una buena cerveza de manteca en
Hogsmeade, pero no tratándose de la realidad.
Pero yo nunca torturaría a mordisc-- El hilo de su pensamiento se vio cortado por la contestación de Severus.
--"Ah, sí? Es cierto... ustedes sólo apuñalan por la espalda"—replico Snape.
--"Qué quieres decir?"—le dijo Shigeo.
--"Tú y los tuyos hacen las cosas de forma que parece que está justificado, encubriéndolas con palabras bonitas y actos heroicos. Ellos simplemente hacen lo que creen que tienen que hacer y dan la cara"—dijo Snape con ira.
--"Así que somos todos igual de malos eh? Y tú dónde se supone que estás en todo esto? O es que para ti no se aplican las reglas, jodida serpiente traicionera?"—le dijo Shigeo sacado.
Snape agarró el jersey de Shigeo con la otra mano, dándole igual ya que le viera o no .
--"Aún no te he traicionado, así que guárdate ese insulto hasta entonces"—le dijo Snape.
--"Ohh disculpa! No quería ofenderte... --dijo sarcástico el rubio
--Pero aún no respondes a mi pregunta"—le dijo Shigeo.
--Porque no le cuentas a tu prima la verdad sobre tu relacion con el Sr. Matsumoto—le dijo Snape con ironia.
La chica iba a lanzarles unos cuantos conjuros para cumplir con su anterior amenaza cuando las palabras de Snape le hicieron fruncir el ceño más de lo que ya lo tenía. Que le contara la verdad sobre Matsumoto...? Que ella supiera Shigeo comenzo su relacion con Takeo después de dejarla...
--"Expelliarmus!!" --Gritó lanzando el conjuro entre los dos de modo que cada uno saliera disparado a lados opuestos.
Shigeo acabó en mitad del pasillo y Severus quedó en la pared donde el otro le había tenido arrinconado.
--"De qué esta hablando Snape? Shigeo!! --le gritó apuntándole con la varita al ver que intentaba levantarse-- Qué verdad sobre Takeo y tu?"—dijo Akane intrigada.
Snape intentaba recuperar la respiración
Shigeo, que también jadeaba, apartó los ojos de su prima mientras se pintaba en su rostro la culpa
"--Qué hiciste Shigeo? Qué tienes que contarme!"—la chica anduvo hasta él y se arrodilló a su lado, tomándole del mentón para hacer que le mirara.
--"No me digas que el verdugo se ha convertido en reo..." –dijo Severus,
"Cállate Severus! --le dijo Akane sin apartar los ojos de su primo-- Dijiste que Takeo y tu se habian puesto de novios después que me dejaste, verdad Shigeo... Shigeo, maldicion, contesta!!"—le dijo Akane molesta.
"No quería que te enfadaras conmigo pero te menti yo y Takeo ya eramos amantes en Japón y de causalidad nos volvimos a encontrar aqui--gimió, y vio las cejas de Akane arquearse sobre sus ojos. La chica se le quedó mirando unos momentos sin decir palabra y luego le soltó lentamente.
--"Cómo pudiste...? "--Susurró
--"Lo... lo siento! no te lo dije porque no queria que sufrieras"—exclamo con tristeza.
--"Cuántas veces? CUANTAS VECES TE DIJE QUE SI NO ESTABAS FELIZ A MI LADO ME DEJARAS EN PAZ Y TE MANDARAS A MUDAR CON TUS AMANTES, QUE NO TUVIERAS LASTIMA DE MI... Y SIEMPRE VOLVIAS A MI DICIÉNDOME QUE ME QUERIAS, ERES... ERES UN BASTARDOOO...MENTIROSOOO-- le dio un empujón que le devolvió al suelo y se levantó de su lado, respirando agitadamente.
--Vamos Severus te llevare a tu cuarto, asi te curare esas heridas—le dijo dulcemente Akane a Snape que se encontraba recostado sobre la pared no sabia porque pero ese tono dulce no le gustaba nada.
Severus no dijo nada en todo el trayecto solo se limito a caminar.
Cuando llegaron al cuarto Akane lo apoyo sobre su cama dijo unas palabras y aparecio un maletin de primeros auxilios, lo abrio tomo un poco de algodón lo mojo con alcohol y lo puso sobre sus heridas del brazo.
--Auchhh...—se quejo Snape.
--QUE SUERTE QUE TE DUELA, ASI SIENTES LO QUE YO EN ESTE MOMENTO—dijo Akane con furia contenida y un evidente rencor en sus ojos.
--Akane yo ...—intento decir pero la vergüenza lo freno.
--PORQUE TU TAMBIEN ME MIENTES PENSE QUE ERAS DIFERENTE A EL, POR LO MENOS CON SHIGEO SABIA A QUE ATENERME PERO CONTIGO YA NO LO SE—dijo Akane confundida y molesta.
--ESAS MARCAS EN TU CUELLO Y BRAZOS NO SON DE UNA TORTURA COMUN, QUIEN LO HIZO SIENTE GRAN ATRACCIÓN HACIA TI.... ES OBVIO QUE QUIEN LO HIZO PRETENDIA TOMARTE CON O SIN TU CONSENTIMIENTO, SI ES QUE NO LO LOGRO—dijo Akane tomando con fuerza el rostro del profesor.
Severus solo podia mirarla con pena estaba como ido no podia contestarle era tan humillante lo que le habia pasado nunca lo diria.
--VAMOS RESPONDEME DI ALGO, CON QUIEN ESTUVISTE, CON QUIEN ME ENGAÑASTE TU TAMBIEN, SABES QUE PUEDO SACÁRTELO A LA FUERZA—le dijo Akane amenazándole con usar legilimancia.
Severus ya no podia mas y sin querer contener un minuto mas su dolor lo dijo era inútil mentirle sabia que podria sacarle cualquier cosa de la mente si queria era un auror poderoso aunque se viera aparentemente tan debil.
--ESTUVE CON LUCIUS EN SU MANSIÓN, EL MUY DESGRACIADO SE APROVECHO DE MI A CAMBIO DE LA CURA PARA MI BRAZO, EL MALDITO JUGO CONMIGO COMO LO HACIA 15 AÑOS ATRÁS CADA VEZ QUE SE LE ANTOJABA...—dijo Snape con furia contenida mientras lagrimas de impotencia caian por su cara.
--¿¿¿Qué Malfoy hizo que???—dijo Akane frunciendo el ceño tratando de asimilar la información que entraba por sus oidos.
--Y YO COMO UN IDIOTA VOLVI A OBEDECERLE COMO UN PERRITO, AHORA ESTAS SATISFECHA, YA SABES LA VERDAD ASI QUE YA PUEDES IRTE DE AQUÍ, DEJAME SOLO—dijo Snape avergonzado de si mismo.
Akane bacilo por un minuto pero de ninguna manera dejaria al hombre en ese estado y se acerco a él que se tapaba el rostro con las manos y le abrazo.
Snape sorpendido por su actitud tambien la abrazo aferrándose a ella como si eso dependiera de su vida.
--No sientes asco de mi, no quieres alejarte soy un remedo de hombre, no te merezco, no se si pueda...—dijo Snape llorando con mas fuerza.
--No digas estupideces, como crees que me darias asco, acaso piensas que el amor que te tengo solo se limita a lo que puedas o no darme en la cama—dijo Akane con dulzura—Te amo Severus y eso va mas alla de todo, es un sentimiento tan profundo que soportaria cualquier cosa por ti,creo que ya te lo he demostrado con Peter —dijo Akane mirándolo a la cara mientras lo acariciaba con ternura y sin querer se le caian unas lagrimas al ver el dolor de su anhelado Prof..
Akane se acomodo en el respaldo de la cama y Severus se abrazo a ella apoyando su cabeza en el pecho de esta uqe le acariciaba el cabello revuelto.
Cuando Snape se calmo un poco continuo su relato.
--Lucius siempre me trato como a su mascota, desde que tenia 15 años lo hace, pero cuando conoci a Sara por alguna razon se calmo y dejo de buscarme aunque yo tampoco lo hubiera permitido, habria preferido morir a que seguir con ese suplicio. Pero nunca olvide lo que hizo en esos 3 años, Sara no lo sabia no tuve el valor de contarle, y cuando murio me di cuenta que no podia seguir asi, debia hacer algo para enfrentarlos, y fue cuando Albus me tendio su mano confiando en mi y dándome un puesto en el colegio a cambio yo prometi ayudarle a vencer a Voldemort pero....—y sin querer las palabras lo ahogaban no podia seguir mas las lagrimas no dejaban de salir .
--Esta bien Severus entiendo no digas mas, perdoname no quise lastimarte pero es que odio la mentira , solo abrazame fuerte y llora todo lo que necesites aquí estoy para ayudarte amor—dijo Akane con voz tranquila tratando de ocultar su ira.
Después de un rato ella volvio a intentar curar las heridas que le habian quedado al hombre.
Con cuidado retiro la capa que cubria su cuerpo y las sobras de su camisa blanca empapada en sangre, estaba lleno de moretones y rasguños lo cual hizo que Akane se enfureciera.
--Maldito desgraciado mira lo que te hizo—dijo Akane mientras lloraba y con dulces besos trataba de curar las heridas del alma de Snape.
Severus se lamentaba en silencio pero los besos de su amada lo reconfortaban y borraban de a poco las marcas del sacrilegio.
--Curare—susurro Akane posando su mano sobre el estomago de Snape y al instante empezaron a desaparecer las marcas que alli estaban, lo mismo hizo con las del brazo y las de su cara(la magia de curación milenaria que Akane usaba tardaba en hacer efecto pero era mas efectiva que la inglesa).
--Severus debo—dijo Akane ruborizándose sin querer.
--Adelante—le dijo Snape.
Al recibir la aprobación de Severus, Akane lo despojo de su pantalón rasgado por las manos de Lucius.
No pudo evitar sentirse conmocionada por verlo casi desnudo pero calmandose se limito a curar sus piernas y luego lo ayudo a vestirse con su pijama verde.
Snape que estaba en silencio la miraba con ternura ya que sus fundamentos eran infundados como pudo pensar que ella no lo entenderia si era la persona mas dulce que habia conocido capaz de perdonar al mismo diablo si este mostraba arrepentimiento, era la persona mas inocente que habia conocido eso lo emocionaba y lo aterraba no queria hacerle daño con su oscuridad.
--Ya esta listo para dormir, me quedare aquí en este sillón , no me iré y nada en el mundo hará que cambie de opinión—dijo con decisión.
Snape que ya se sentia mucho mejor( la magia de curación estaba haciendo efecto),levanto su cobija y su sabana .
--Ven—dijo sonriendo por primera vez en toda la noche.
Akane con un poco de verguenza se quito la capa que la cubria y dejo ver la pijama que llevaba era de dos piezas de color rojo escarlata muy a lo Griffindor.
--Soy tan tonta— murmuro y se ruborizo al sentir la mirada de Snape.
El profesor se permitio olvidar por un momento lo pasado y le respondio con una risa suave.
Akane estaba tan nerviosa que temblaba se recosto a su lado abrazandolo y el la atrajo hacia si abrazandola estrechamente.
La calidez y la amabilidad gradualmente calmaron a la chica.
-Te quiero - murmuró Snape tranquilizador, y Akane rodeó con sus brazos el pecho de su pareja, y sin poder resitir la tentación de tenerlo cerca comenzó a acariciar la espalda del hombre entre sus omóplatos, pero al darse cuenta de lo que estaba haciendo se detuvo.
--Lo siento, me siento una tonta no quiero incomodarte es que no pude evitarlo—le dijo Akane con tristeza.
-No te detengas- Snape se acurrucó más cerca-. Es agradable. Cálido- añadió, por si acaso.
Por un momento, Akane estrechó su abrazo alrededor de él, acto seguido con un movimiento de su mano desaparecio su pijama y la del profesor.
- Generalmente, la gente piensa que el sexo es sólo lujuria, pasión y orgasmo, o quizás un arma útil para conseguir ciertas cosas, y nada más. Pero están equivocados. El sexo también puede ser dulce y confortante. Hacer que tu pareja incluso se sienta mucho mejor, segura. Puede ser una manera de mostrar afecto y amor.
Eso es a mi parecer hacer el amor y es algo que él nunca podra lograr tener...—dijo Akane mirando a Snape con amor.
-Necesito que me hagas olvidarlo- murmuró Snape, y sus roces en la espalda de Akane fueron más largos y sensuales, pero no intentó tocar al chica en ningún lugar ‘inapropiado’, de modo que Akane comenzó a imitarlo mientras le besaba dulcemente para no lastimarle el labio recien curado, dejando que su mano acariciara la espalda y el costado del mago, y más arriba, su garganta, su rostro, y entonces Snape suspiró con placer y cerró los ojos. Esto animó a la Gryffindor, lo suficiente como para continuar su trazado, retirándose ligeramente con la intención de dar a su mano un mayor acceso mientras besaba de a poco su cuello. El brazo de Snape, que estaba debajo de la cabeza de Akane, se movió lentamente hasta que la cara de la chica descansó sobre su palma, y los largos dedos se deslizaron en su despeinado cabello, mientras la otra mano se deslizaba por sus caderas y acariciaba el prominente hueso. Akane tembló, pero no detuvo su mano.
Luego Snape acarició más abajo, y más abajo, hasta tocar la parte de atrás de sus muslos y Akane volvió a temblar, pero esta vez no por nervios. Su boca estaba seca, y su mano comenzó a explorar el estómago del hombre (estaba tan delgado, pensó con un golpe de
preocupación), e inesperadamente, golpeó contra algo y se ruborizó.
Pero Snape se limitó a sonreír.
-Sigo Adelante-dijo cuando el hombre no se movió como esperando algo.
Snape asintió con la cabeza.
Akane aunque no era una experta en esto no iba a permitir que su ignorancia la frenara asi que bajo su mano y la colocó en el miembro semi-erecto-. No lo olvides: hacemos esto por amor. No por lujuria, ni como un arma, sólo consuelo. Purificacion.
La mano de Akane acarició su dureza tentativamente, y el hombre
suspiró una vez más. La chica observaba su rostro asombrada.
Los rasgos duros habían desaparecido, dando lugar a otros, suavizados por emociones: paz, alegría, ¿deleite?. Animada por su expresión, nuevamente acaricio el pene y los muslos de Snape, leve y cariñosamente.
--Anhele esto desde el primer momento en que te vi—susurro Severus y de repente, giró sobre su espalda, atrayéndola más cerca y abrazándola tan estrechamente que Akane apenas podía respirar. Una lágrima solitaria corrió desde la esquina de su ojo cerrado hacia su sien y desapareció en su cabello, al mismo tiempo que su cuerpo delgado se estremecía. ¿Snape estaba llorando de nuevo?
Akane deslizó su mano y tocó ligeramente el hombro del mago. El
abrazo se estrechó y la chica sintió como su dureza presionaba su estómago.
Ella corrió un dedo por el rastro de la lágrima, se acostó cuidadosamente sobre él, casi cubriendo el cuerpo del hombre con el suyo.
-¿Está todo bien?- le preguntó dulcemente y el delgado cuerpo se
estremeció nuevamente.
-Sí- las piernas de Snape se entrelazaron con las de Akane, sus
brazos rodearon su pecho y enterró su rostro en su hombro. Por un
momento, ambos permanecieron inmóviles, disfrutando la cercanía.
Luego Snape aflojó su abrazó, y Akane acarició su costado y se deslizó entre sus piernas, acariciando y lamiendo sus caderas, muslos, y después de una pequeña vacilación, su inmóvil pene erecto. Luego, con una idea repentina, hizo aparecer un poco de aceite en su palma, lo entibió, y al instante su mano se cerró en torno al miembro de Snape.
Nunca antes había hecho esto, pero tomando valor nuevamente dejo volar su intuicion. Movió su mano suavemente, arriba y abajo, tratando de recordar como a su antecesor le gustaba y haciéndolo de ese modo, mientras con su otra mano, acariciaba cada parte de cuerpo que podía alcanzar.
Snape suspiró nuevamente, pero no se movió ni limpió las delgadas y
brillantes huellas de sus sienes. Finalmente, un tanto nerviosa,
Akane retiró la mano de la suave dureza y acercándose a su rostro
tragó, y con decisión y ansiedad, susurró:
-Quiero sentirte por completo...—
-Yo….- vaciló, pero Akane no esperaba que terminara la oración.
--Adelante. No me vas a herir—explico Akane al ver la cara preocupada de su amante el aun tenia miedo.
Severus rodo y se coloco sobre la chica besando su pecho mientras que con una de sus manos recorrio su cuerpo acariciandolo hasta llegar a su entrepierna donde introdujo en su preciado tesoro lentamente uno de sus dedos.
--Te sientes bien—susurro.
--Si, continua no pares...--.
Así que continuó. En realidad, sus dedos en ella, su alumna, se
sentían casi tan bien como tener su pene en el estrecho canal:
abrazaba el dedo de Snape y lo rodeaba, como en sus abrazos.....y él acariciaba a Akane ahí, con un dedo, y luego otro......
-Estoy lista- escuchó una voz susurrante, y levantó la vista.
Akane empujó sus rodillas casi hasta los hombros y las mantuvo en esa posición, hasta que la situación resultó obvia.
Snape, con su conocimiento adquirido por años de experiencia, acarició los muslos y las nalgas, y apoyándose con una mano en el hombro de su compañera, entro cuidadosamente en ella.
No era su primera vez, y sin embargo, parecía tan diferente, ahora
era una sensación completamente distinta, más completa. Nuevamente había sido encerrado en un fuerte abrazo, las dos fuertes piernas rodeando su cintura, y Snape, completamente seguro de cómo moverse en esta posición, bajó hasta apoyarse sobre sus codos e hizo un movimiento tentativo. Parecía que todo estaba bien, así que comenzó a moverse lentamente, imaginando que estaba acariciando el interior de Akane con su dureza, con largas y relajantes embestidas, mientras movía una mano acariciando todo lo que alcanzaba: brazos, hombros, senos, caderas, muslos.